El paro comenzado en el día de ayer por los carretilleros de Eulen ha reducido de forma drástica la producción de las líneas de montaje de la planta de Renault en Sevilla. Fuentes sindicales aseguraron ayer que la reivindicación busca "obtener garantías laborales". Esto se debe a que el contrato de Eulen con Renault "se va renovando de forma mensual", por lo que piden, ante el posible cese del mismo, que el personal sea subrogado por las firmas contratistas que llevarán a cabo este servicio.

En cuanto al avance de las negociaciones, apuntaron que "aún no ha dado sus frutos, aunque no están cerradas". Añadieron, además, que "Renault tiene fácil solucionar el problema, comprometiéndose a que si se elimina el servicio con Eulen, los empleados puedan continuar su trabajo con la firma que lo desempeñe". La siuación que están viviendo los carretilleros se debe a que el contrato entre Eulen y Renault se rige por el convenio de la limpieza, herencia de una anterior relación laboral, en lugar del de la logística o metal que sería el que les corresponde. Además, exigen el establecimiento de una política de personal que "impida la pérdida de trabajo a quien no cometa una falta grave y, en consecuencia, la readmisión de dos trabajadores".