Economía

La influencia de Trump fuerza al FMI a abandonar las críticas al proteccionismo

  • El organismo, tradicional defensor de la globalización y la apertura de los mercados, da un paso atrás ante las presiones del presidente estadounidense y su nacionalismo económico

Una manifestante protesta en Los Ángeles contra la política medioambiental de Donald Trump.

Una manifestante protesta en Los Ángeles contra la política medioambiental de Donald Trump. / mike nelson / efe

La alargada sombra del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, dejó su huella en la asamblea de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) que culminó este fin de semana y en la que el primer organismo accedió a rebajar sus críticas al proteccionismo.

Durante la semana de conferencias, informes y encuentros, en la que el Fondo revisó al alza las previsiones de crecimiento globales al 3,5% anual para 2017, la mayor tasa en cinco años, la nueva agenda política de Trump copó buena parte de las discusiones.

La Casa Blanca ha impuesto el lema "compre y contrate estadounidense"

Y la palabra "proteccionismo" estuvo en el centro de todas ellas, en referencia directa al nacionalismo económico del nuevo presidente de Estados Unidos, que ha insistido en el que lema de su gobierno: "Compre y contrate estadounidense". A comienzos de semana, el secretario de Comercio de EEUU, Wilbur Ross, calificó las advertencias sobre los riesgos del proteccionismo estadounidense como "estupideces" e insistió en que el deber del Gobierno es defender a sus empresas y trabajadores.

El ambiente en el seno del FMI y el BM revelaba inquietud ante las propuestas de Trump de revertir los avances en materia de integración, cooperación financiera y libre comercio. "Esperamos que se muevan de manera racional desde las consignas de campaña hacia argumentos y desde los argumentos a decisiones que nos permitan ver adónde quiere ir el Gobierno estadounidense", indicó Michel Sapin, el ministro de Finanzas de Francia.

Sin embargo, y a la vez que los economistas y líderes económicos advertían sobre las posibles consecuencias de las nuevas propuestas de EEUU, Trump firmaba varias órdenes ejecutivas para revisar las importaciones de acero desde China y el programa de visados para profesionales extranjeros de alta formación.

Quizá por ello no sorprendió a nadie que el comunicado final del Comité Financiero y Monetario, principal órgano asesor del FMI, omitiese su tradicional "rechazo a todas las formas de proteccionismo" y lo sustituyese con un "estamos trabajando en cómo el comercio puede fortalecer nuestras economías". Los comunicados finales deben contar con la aprobación de los países participantes, lo que da a entender el cambio de rumbo puesto en marcha por parte de la administración Trump. En sus apenas 100 días en la Casa Blanca, Trump ha retirado a EEUU del Acuerdo Transpacífico y ha prometido renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en vigor con Canadá y México.

Para Agustín Carstens, el gobernador del Banco de México y presidente del comité, la omisión en el comunicado simplemente trata de evitar generar especulaciones debido a que "proteccionismo" es un término demasiado "ambiguo".

En uno de los actos finales y más esperados de las reuniones, el secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, hizo su presentación oficial ante el elitista foro con una conversación pública con Christine Lagarde, la directora del Fondo, con una intervención que buscó rebajar el tono de crispación. "Si podemos hacer crecer la economía de EEUU, eso no solo es bueno para el trabajador estadounidense, es bueno para el crecimiento internacional y crea oportunidades. En eso es en lo que estamos centrados, y si hacemos un buen trabajo, eso puede generar efectos de contagio positivos", agregó.

Sobre la cuestión comercial, Mnuchin resaltó que EEUU es una de las economías más abiertas del mundo. "El presidente cree en acuerdos comerciales recíprocos y libre comercio recíproco. Si nuestros mercados están abiertos, debería haber una réplica recíproca en otros mercados", subrayó. Aunque Mnuchin no apuntó directamente a nadie, Trump sí que lo ha hecho con una inusual franqueza al cargar en reiteradas ocasiones contra China, México o Alemania por "aprovecharse" del mercado estadounidenses con sus abultados superávit comerciales.

Otros participantes optaron por la cautela y señalaron que aún es pronto para valorar al Gobierno de Estados Unidos, ya que apenas ha cumplido 100 días en el poder, por lo que conviene esperar para valorar medidas concretas. El ministro español de Economía, Luis de Guindos, dijo que, más que "inquietud", lo que había percibido era "curiosidad" por las políticas del nuevo Gobierno estadounidense y señaló que el mensaje transmitido por Mnuchin no se había distanciado mucho del consenso del G-20.

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