Economía

El consumo de cemento en Andalucía cae un 45,8% en el primer semestre del año

  • El sector potenciará el comercio internacional y aumentará las exportaciones en un 220% respecto a 2008

La coyuntura económica actual ha generado un previsible efecto en cadena en la industria de la construcción. La edificación civil ha caído y todas las explotaciones que dependen de ella sufren las consecuencias. Ésta es una de las conclusiones que se extrae de los datos presentados ayer por la Agrupación de Fabricantes de Cemento de Andalucía (AFCA). Tomás Azorín, presidente de la organización, señaló que el consumo de cemento en la región en el primer semestre del año fue de 2,4 millones de toneladas, lo que entraña un descenso del 45,8% respecto al mismo periodo de 2008, cuando superó los 4,4 millones. A pesar de ello, el representante del sector subrayó que los fabricantes de cemento prevén cerrar el ejercicio de 2009 con una bajada de sólo el 34%. Para lograr este objetivo, el consumo en el segundo semestre debería alcanzar las 3,1 millones de toneladas y suavizar así la caída respecto al año anterior.

La industria cementera tiene una capacidad de producción de ocho millones de toneladas al año y las exportaciones del sector superarán en diciembre las 700.000 toneladas, lo que supone un aumento de más del 220% respecto a 2008, fecha en la que fueron enviadas 224.000 toneladas fuera de las fronteras españolas. "Del total de la fabricación, se gastarán en Andalucía cinco millones, por lo que al resto habrá que buscarle salida en el exterior", apostilló Azorín. Francia, Italia y los países del norte de África son los principales destinos.

Para reactivar el sector deben adoptarse tres tipos de medidas, según el presidente de AFCA: un aumento de la edificación, de la financiación y de la inversión andaluza en infraestructuras para reflotar la construcción. "En el primer trimestre sólo se visaron 5.000 viviendas, por lo que de continuar este ritmo en diciembre serán 20.000. Este dato contrasta con los últimos años, cuya media superaba las 120.000 edificaciones", recalcó.

El descenso de la demanda también ha tenido sus consecuencias en el ámbito laboral. De las ocho fábricas de cemento que había en Andalucía, la de Torredonjimeno (Jaén) cerró a principios de año y el resto aplicará paradas en la producción para adaptarse al nivel de consumo. "De momento no hay riesgo de otra clausura y los cierres temporales no tendrán impacto en los puestos de trabajo", tranquilizó Azorín.

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