El año pasado cerraron alrededor de 32.000 oficinas de intermediación inmobiliaria, el 40 por ciento del total, como consecuencia del frenazo que experimenta el mercado de la vivienda desde el pasado verano, según los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (Coapi).

El presidente del colegio de API de Granada, Germán Navarro, explicó que los cierres se han producido de manera uniforme en todas las comunidades, aunque se ha notado especialmente en zonas de costa, dado que el mercado de la segunda residencia es el que más está sufriendo la crisis.

Pese a la situación, Navarro considera que se está volviendo a la normalidad, ya que "no era normal que no encontrásemos personas dispuestas a vender y hubiera colas de gente esperando para comprar", por lo que proliferó la apertura de oficinas "sin planes de negocio".

Asimismo, los Coapis aseguraron que el precio de la vivienda de segunda mano no registrará nuevas bajadas este año, dado que ya ha agotado su margen de ajuste. El "globo" que había sobre el precio de estos pisos "está suficientemente deshinchado", según el presidente del colectivo, Santiago Baena, que no obstante no descarta algún caso de descensos puntuales.