La innovación como pieza clave en la transformación digital

Transformación digital: de desafío a prioridad para las empresas

  • Es un proceso de renovación a todos los niveles, no sólo de incorporación de tecnología

  • Se ha convertido en algo esencial para sobrevivir en el mercado

Transformación digital: de desafío a prioridad para las empresas

Transformación digital: de desafío a prioridad para las empresas

La transformación digital no es informatizar los procesos de la empresa, no es montar un CRM (software de gestión de servicio al cliente), no es crear una tienda on line, no es hostigar a los clientes con banners. La mera implementación de tecnología por sí sola no produce el cambio digital. Es algo que debe ir mucho más allá, es la reinvención de toda una organización gracias a la incorporación de nuevas tecnologías, pero sobre todo de nuevas lógicas, procesos y estrategias para que el negocio sea más eficiente y permita nuevas oportunidades. Se ha convertido, en definitiva, en algo esencial para sobrevivir en el mercado.

A pesar de los beneficios que reporta, la transformación digital es una lucha para muchas empresas. Se recomienda ir poco a poco, no dar saltos mortales, y sobre todo que el proceso se lidere desde la cúspide de la compañía e impregne todos los rincones de la organización. Ésta es una de las conclusiones a las que llegaron los expertos invitados al desayuno de redacción organizado por Grupo Joly y patrocinado por Telefónica bajo el título de La innovación como pieza clave en la transformación digital de las empresas andaluzas.

Disrupciones tecnológicas como el big data (tratamiento de los flujos masivos de información que provienen de datos corporativos, de mercado, institucionales o redes sociales), la inteligencia artificial (máquinas capaces de capturar datos, extraer patrones, predecir eventos y tomar decisiones) o el llamado internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés, que hace referencia a objetos conectados) son los medios que van a permitir a las empresas diferenciarse de sus competidores, seguir incrementando la productividad y la rentabilidad, y contar con información más completa a la hora de tomar decisiones para satisfacer al cliente. ¿Pero saben las empresas cómo usar todo esto? "Todos los sectores -industria, comercio, turismo...- están entendiendo que tienen que transformarse digitalmente; la clave está en entender para qué y cómo, pues a veces se ven desbordados", analiza Jerónimo Palos, director de Grandes Empresas de Telefónica en Andalucía, que subraya que compañías como la suya están ahí para prestar servicios que ayuden a las empresas precisamente en esa transición.

La transformación digital ha abierto la gran caja de la innovación. Pero Antonio José García, responsable de Centros de Innovación de Telefónica en Andalucía, subraya que la obsesión por innovar puede llevar a un bloqueo. "Hay que desmitificar la necesidad de innovar, es muy válido aplicar modelos de éxito ya inventados", defiende. Las empresas andaluzas Acesur y Catsa, invitadas al desayuno de redacción, contaron su experiencia en este terreno. La aceitera innova en producto y en procesos. Trabaja en conseguir grasas más saludables para bollería o heladería, nuevos alimentos menos propensos a alergias, aceites en estado sólido... Y en su fábrica de Vilches (Jaén) ha incorporado infrarrojos en tuberías que van a las máquinas llenadoras de aceite para determinar si el producto está en el estado óptimo para ser envasado. "Somos una empresa tractora de la innovación dentro de un negocio muy tradicional", presume Óscar Lozano, director de Medios de Acesur.

En el sector de la automoción, donde opera Catsa, la innovación en producto la realizan los fabricantes de coches, pero una compañía de concesionarios como ella también tiene margen para innovar en su entorno directo. "Nuestro cometido es formar a los equipos, no sólo a los comerciales, sino también al servicio posventa", según Clara Escribano, directora de Organización y Medios de Catsa, que ya anticipa nuevos modelos de negocio: "Ahora vendemos coches, pero quizá dentro de unos años vendamos kilómetros porque tengamos que ofrecer distintos vehículos a los clientes en función de las necesidades que tengan en cada momento", avanza.

¿En qué punto se encuentran las empresas andaluzas en su transformación digital? Algunas están sumergidas en un intenso proceso con la idea de anticiparse, con soluciones innovadoras y atractivas, a las nuevas necesidades de los clientes. Sin embargo, otras están empezando a despertar a este nuevo panorama. Acesur y Catsa encajan en el primer y el segundo grupo, respectivamente. "Todavía hay demasiados servidores debajo de la mesa y son muy pocas las compañías que usan herramientas colaborativas más allá del correo electrónico", ilustra Antonio José García, responsable de Centros de Innovación de Telefónica en Andalucía.

Acesur ya ha colocado sus servidores en entornos de almacenamiento en la nube, lo que ha facilitado su implantación en nuevos mercados. "Al tener hechos los deberes tecnológicos, pudimos abrir sede en EEUU en un plazo de dos meses; tener la digitalización hecha nos dio mucha agilidad y flexibilidad", expone Óscar Lozano. Otro proyecto que se enclava en su transformación digital es su nueva refinería en Jaén, que está dotada de sensores que controlarán 500 ó 600 parámetros y serán una gran fuente de información. "El análisis de esos parámetros a través del big data será nuestra palanca para mejorar la calidad y optimizar los costes", añade. De cara al cliente, la aceitera sevillana resalta otra iniciativa lanzada en Reino Unido y que consiste en una plataforma web que permite al consumidor tener acceso al proceso seguido por el aceite de oliva virgen extra desde la fase de producción hasta el momento de la compra de la botella en el punto de venta. "Ha sido un gran trabajo de digitalización y trazabilidad de toda la cadena", resalta.

El grupo Catsa, por su parte, ha hecho algunos deberes en digitalización, sobre todo en lo que respecta a herramientas para interactuar con el cliente y en equipos, pero admite que tiene que avanzar en la parte de datos. "Tenemos que quitar nuestra infraestructura de en medio y pasarla a la nube; estamos trabajando con Telefónica y lo haremos muy pronto", explica la directora de Organización y Medios. En el trato con el cliente, Catsa cuenta con aplicaciones móviles para pedir cita con el concesionario, acceder a recambios...

Las empresas generan muchos datos cada segundo, pero el objetivo es extraer la información relevante que pueda usarse para mejorar el negocio. "Antes no podíamos tratar millones de terabytes, pero la tecnología ya lo permite y ahora el reto está en democratizar el big data para que llegue a todas las empresas, incluidas las pymes", avisa Jerónimo Palos, director de Grandes Empresas de Telefónica en Andalucía. El directivo también pone el acento en otro de los temas críticos de la transformación digital: la seguridad. "Garantizar la seguridad total es imposible", reconoce, pero "sí es posible contar con medidas preventivas y planes de contingencia adecuados", resalta. Una compañía como Telefónica "tiene que estar muy actualizada para poder frenar los posibles ataques; contamos con un conjunto de técnicos desplegados por todo el mundo que monitorizan al segundo las amenazas para poder reaccionar a tiempo", desvela.

Para el director de Medios de Acesur, "es vital dedicarle dinero, tiempo y preocupación a la seguridad desde que te metes en la digitalización". Y pone como ejemplo que sus fábricas, al estar conectadas a internet, pueden ser atacadas desde cualquier punto del planeta: "Cualquier hacker pueden entrar y quitarte el control de tu empresa, es un tema muy serio".

Para Catsa la mayor preocupación hasta hace poco era proteger su base de datos para que no le robaran su información. "Sin embargo, ahora, lo que nos da miedo es que puedan entrar en nuestros procesos y sistemas porque nos dejarían bloqueados y sin poder trabajar", narra Escribano. "La transformación digital es algo imparable por lo que habrá que poner los medios para garantizar la seguridad", señala.

La inmensa mayoría de los ataques a empresas llegan por correo electrónico y a través de la navegación por internet, por ello los expertos aseguran que la formación de los empleados es también crucial para hacerles conscientes de los riesgos a los que se enfrentan.

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