La oferta planteada por el fondo de inversión belga RHJ International para entrar en el capital de Opel, filial de General Motors, contempla una reducción de tamaño de la planta que la sociedad alemana tiene en Figueruelas (Zaragoza). Esta medida forma parte de una maniobra de RHJ para la reapertura de la fábrica alemana de Eisenach, cerrada hasta 2012, cuando volverá a funcionar para la producción de la próxima generación del Corsa. El holding belga prevé disminuir progesivamente la producción de la planta maña, ya que en ella se fabrica actualmente el mismo tipo de Corsa que pasará a ensamblarse en la factoría alemana. Este modelo representa la mayor parte del volumen de producción de la industria de Figueruelas.

El plan de reorganización de la firma belga, cuyo objetivo es disputarle a la canadiense Magna la compra de Opel, supone un recorte de 9.900 puestos de trabajo en Europa, de los que 8.100 pertenecerían al área productiva. El proyecto de RHJ contempla también el cierre de la planta de Opel en Amberes (Bélgica) en marzo de 2010, así como la reducción en 2011 de hasta dos turnos de producción de la factoría alemana de Bochum, donde se construye el Zafira. Paralelamente, la empresa rebajaría el volumen de la factoría de Ruesselsheim (Alemania) y la fábrica de la firma alemana en Luton (Reino Unido), que comparte con la marca gala Renault, en el caso de que la corporación francesa decidiera abandonar esta planta. La separación tendría un coste de 25 millones de euros.

La oferta de la firma belga supone una inversión de 275 millones de euros para hacerse con el 50,1% de las acciones de la firma automovilística. RHJ haría un pago inicial de 175 millones y el 31 de diciembre invertiría otros 100 millones más. Por su parte, General Motors mantendría el 39,9% de las acciones de Opel, mientras que los empleados tendrían el 10% restante, asociado a un ahorro de costes de entre 250 y 300 millones de euros anuales. El plan del holding belga subraya que también recibirá un crédito por importe de 3.800 millones de euros por parte del gobierno alemán, el cual sería devuelto en 2014.