Economía

Merkel y Sarkozy arropan a Grecia a cambio de que acelere los recortes

  • Papandreu arranca de Alemania y Francia la promesa de mantener a Atenas en el euro por su "absoluta determinación" de equilibrar las cuentas · Habrá más despidos y la tasa inmobiliaria afectará a los parados.

Francia y Alemania apoyaron este miércoles la permanencia de Grecia en la Eurozona tras una jornada tensa marcada por declaraciones alarmistas sobre el futuro de la moneda única. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, dijeron que están "convencidos" de que el futuro de Grecia está en la zona euro, después de que el primer ministro griego Yorgos Papandreu les manifestara su "absoluta determinación" con los compromisos adoptados a cambio del rescate financiero de su país. Sarkozy y Merkel hicieron esta declaración tras una conferencia telefónica con el mandatario griego. La cita fue concertada tras varios días en los que los mercados financieros se vieron muy agitados por la posibilidad de una quiebra de Grecia.

Ambos dirigentes reiteraron a Grecia que si no cumple con un estricto programa de ahorro y privatizaciones con el que reducir su déficit y su deuda pública no seguirá recibiendo los fondos de un primer plan de rescate acordado el año pasado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. Ese plan, de un total de 110.000 millones de euros, le evitó a Atenas la quiebra. Ante la insuficiencia del primer paquete, los dirigentes de la Eurozona acordaron el 21 de julio un segundo plan de rescate de Grecia, de unos 159.000 millones de euros. Sin embargo, su aplicación depende de la aprobación por parte de los gobiernos y parlamentos de la Eurozona. "El presidente de la República y la canciller han subrayado que, más que nunca, es indispensable aplicar plenamente las decisiones adoptadas el 21 de julio por los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro para asegurar la estabilidad de la zona euro", indicó la presidencia francesa en su comunicado.

El Ministerio de Finanzas griegos anunció una nueva reducción de funcionarios públicos y especificó que el impuesto extraordinario sobre la propiedad inmobiliaria aprobado recientemente deberá ser abonado incluso por desempleados y discapacitados. El Gobierno adelantó otra la de despidos en el sector público, en 400 organismos estatales en los que trabajan 50.000 funcionarios, que deben de fusionarse, reducirse o suprimirse, y los trabajadores redundantes quedarán "en reserva" por un año con el 60% de su sueldo inicial, a la espera de ser despedidos o recolocados. Las autoridades griegas no precisaron cuantos empleados públicos resultarán afectados por esta medida.

La teleconferencia se vio precedida de declaraciones alarmistas de algunos dirigentes europeos. "Una salida de Grecia del euro implicaría costos dramáticos en el plano económico, social y político, no sólo para Grecia sino también para los otros Estados miembros de la zona euro, de la Unión Europea, y para nuestros aliados en el mundo", dijo el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ante el Parlamento Europeo.

La teleconferencia de fue decidida con vistas a una reunión informal de los ministros de Finanzas de la zona euro, prevista el viernes y el sábado en Polonia. En un gesto inusual, el secretario estadounidense del Tesoro, Timothy Geithner, participará en esa reunión, tras advertir a los europeos, y en especial a Alemania, que "deben actuar muy rápido" e inyectar más fondos para evitar profundizar en la crisis y caer en la recesión.

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