El Grupo Banco Popular logró un beneficio neto atribuido de 1.260,1 millones de euros en 2007, lo que implica un incremento del 22,8 por ciento en comparación con los 1.026 millones ganados en 2006, informó hoy la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Estos resultados, superiores a las previsiones de los analistas, se cimentaron sobre todo en el aumento de la actividad comercial de la entidad en un entorno "restrictivo", que se tradujo en un incremento del 13,9% del crédito a la clientela y un crecimiento del 17,4% de los recursos de sus clientes, impulsados especialmente por los depósitos a plazo, que crecieron el 35,1%.

Con una inversión crediticia total de 96.739,98 millones de euros, un 15% más, el banco mantuvo la "paulatina desaceleración" del crédito al sector inmobiliario que inició en 2006, mientras que las hipotecas crecían el 11,4% y los créditos no hipotecarios, el 23,5%.

El ratio de morosidad del Popular se situó a cierre de 2007 en el 0,83%, 11 puntos básicos más que un año antes, lo que se explica por un "incremento de la mora y un menor crecimiento de los riesgos", con una cobertura en previsión de insolvencias del 218,4% y un saldo de deudores dudosos de 834 millones de euros, 199 millones más que un año antes.

En cuanto a los principales márgenes de la cuenta anual, el de intermediación -diferencia entre ingresos por créditos y gastos por depósitos mas dividendos- se situó en 2.338,98 millones de euros tras crecer el 13,1 por ciento.

El margen ordinario creció el 9,6% por ciento, hasta los 3.404 millones, pese a que las comisiones "se vieron afectadas por la debilidad de los fondos de inversión" -que adelgazaron el 0,3%- y también debido a que la entidad restringió la venta de determinados productos financieros ante la compleja situación que atraviesan los mercados, con lo que las comisiones netas alcanzaron los 884 millones, sólo el 0,3% más que en 2006.

Tras restar unos gastos de algo más de 1.000 millones, un 7,5% más, consecuencia de la nueva política retributiva y del incremento del 7% de la plantilla por la expansión de su red en otras 88 sucursales, llegamos a un margen de explotación -el que mejor recoge la evolución del negocio más típico bancario- de 2.245 millones de euros, un 11,4% superior al de 2006.

Esta combinación de ingresos y gastos se tradujo en una mejora del ratio de eficiencia, que se colocó en el 30,69%, lo que supone 54 puntos básicos menos que en 2006, al tiempo que la solvencia continua siendo elevada.