Economía

Alemania propone a Asmussen para suceder a Stark en la cúpula del BCE

  • El viceministro alemán de Finanzas es un tecnócrata experto en crisis económicas que ha tenido un papel clave en la economía alemana en los últimos años.

El viceministro alemán de Finanzas, Jorg Asmussen, será propuesto por su Gobierno para suceder a su compatriota Jürgen Stark como economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), según se anunció oficialmente.

En declaraciones en Marsella (sureste de Francia) al margen de la reunión del G-8 (los siete países más rico del mundo y Rusia) y recogidas por medios locales, el ministros alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, hizo este anuncio un día después de que la dimisión de Stark fuera confirmada en Fráncfort por el BCE.

El BCE atribuyó a motivos personales la renuncia de Stark, de 63 años, pero los analistas interpretaron que fue fruto de las discrepancias con el presidente del BCE, el francés Jean-Claude Trichet, y otros miembros de la directiva del banco, especialmente por la reciente reanudación del programa de compra de deuda soberana de los países de la eurozona, especialmente de Italia y España.

La renuncia de Stark repercutió negativamente en las grandes bolsas europeas, que acabaron el viernes con pérdidas superiores al 4 % en promedio, y en la cotización del euro, que bajó a su valor mínimo en seis meses frente a la divisa estadounidense, a 1,37 dólares.

Asmussen, de 45 años y miembro del Partido Socialdemócrata, será propuesto por Alemania a sus 16 socios de la zona del euro como miembro del comité ejecutivo y del consejo de gobierno del BCE para suceder en los mismos a Stark, cuyo mandato debía acabar el 31 de mayo de 2014.

Un tecnócrata experto en crisis

Jorg Asmussen es un profesional con un claro perfil de tecnócrata que ha tenido un papel clave en la solución de crisis durante sus años en el Ministerio germano de Finanzas.

Al comienzo de esta legislatura, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, lo mantuvo como su "número dos" como secretario de Estado, pese a que Asmussen, de 45 años, pertenece al opositor Partido Socialdemócrata (SPD), y le encargó diseñar la estrategia para hacer frente a la crisis de la deuda griega.

Asmussen entró en el ministerio en 1996 a los 30 años, tras haber estudiado economía en Bonn con el expresidente del Bundesbank (banco central alemán) Axel Weber.

Desde entonces, ha trabajado con cinco ministros de tres partidos distintos, siempre en el terreno de la política monetaria.

Su carrera dentro del ministerio ha sido un ascenso constante: dos años después de su ingreso fue nombrado asesor del secretario de Estado, luego pasó a ser jefe de gabinete del ministro Hans Eichel, en los años de la alianza de gobierno, y durante la "gran coalición" Per Steinbrück le convirtió en secretario de Estado.

Asmussen asumió ese cargo justo en 2008, año en que estalló la crisis financiera internacional, y fue la eminencia gris de la estrategia para hacerle frente y el arquitecto del plan de salvación de los bancos alemanes.

El actual presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, es una persona bastante cercana a Asmussen.

Los dos economistas se conocen desde sus tiempos de estudiante en Bonn y Axel Weber fue profesor de ambos.

Durante el manejo de la crisis financiera, algunos críticos de Asmussen lo acusaron de ser demasiado cercano al sector financiero y de trazar una solución hecha a la medida de los bancos.

Con respecto a la posición que pueda tomar dentro del BCE, se considera que Asmussen puede ser más abierto a la política de compra de títulos de deuda soberana de países en problemas que lo que aparentemente era su antecesor, Jürgen Stark.

Las más recientes declaraciones de Asmussen sobre la crisis griega, sin embargo, fueron bastante duras y en ellas, durante un acto celebrado en Berlín, conminó a Atenas a hacer sus deberes en el curso de las próximas dos semanas.

"De lo contrario, no podremos hacer el segundo desembolso", dijo Asmussen.

Stark, de 63 años, dimitió cuando aún le quedaban más de dos años y medio de mandato.

En un comunicado oficial, el BCE explicó que lo hacía por "motivos personales", pero los medios de comunicación achacaron su renuncia a las discrepancias con otros miembros de los órganos del gobierno de la institución que preside el francés Jean-Claude Trichet.

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