El Algeciras BM vuelve a la carga esta tarde en el Palau D´Esports de Granollers, uno de los plazas con más solera de la Liga Asobal. El equipo de Ricard Franch, tras más de una semana de descanso, retoma la competición ante un adversario muy superior sobre el papel, pero que dado sus resultados es un enemigo directo por la salvación. Y es que el histórico Granollers está de capa caída.

La mejor y la última noticia de la expedición albirroja es que anoche mismo recibió un ingreso de dinero. Tras la asamblea del pasado lunes, el club y toda la gente que le está respaldando por fin han logrado desbloquear la deuda que el Algeciras BM tenía con los bancos gracias a una partida del Ayuntamiento. El dinero empieza a llegar y el futuro de la entidad toma color, al menos para salvar esta temporada.

Con los problemas económicos en vías de solución, la plantilla de Franch puede centrarse de pleno en lo deportivo. El equipo linda a a un solo punto del descenso y, tras dos derrotas lógicas seguidas ante CAI y Portland, el Algeciras afronta hoy una ocasión de oro para sumar algún punto.

"Es un partido más y como siempre será muy importante. Quizá sea ante un rival un poco más asequible que los anteriores, pero de cualquier forma nosotros trataremos de ir a ganar, a por los dos puntos como siempre", tiró Franch, fiel a su discurso.

Los albirrojos, que ayer tarde se ejercitaron en el escenario del choque, no cuentan con Serguei Pogorelov, el capitán, aquejado de una lumbalgia aguda. Baja de peso para la defensa, la del ruso.

Por eso el club espera como agua de mayo la llegada de Sasa Djukic, que ayer voló de Belgrado a Milán y de la ciudad italiana a Barcelona. Franch le esperaba para por la noche. El zurdo, que ya ha arreglado su visado, se perdió la visita del Portland. Por lo demás, los Nenadic, Reig, Nadoveza y compañía están sanos.