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Con el rumbo perdido (2-0)

  • Nuevo desastre del Algeciras a domicilio

  • Los de Guti enlazan, frente a un Guadalcacín rocoso y eficaz, su tercera derrota fuera

  • Los albirrojos perdonan y se muestran impotente tras encajar

El Algeciras Club de Fútbol va por la Liga sin GPS y hasta sin mapa cuando sale de sus dominios. Lleva ya tres meses que no encuentra el camino de la victoria a domicilio y ha pasado de estar dos años y medio sin perder fuera en Tercera a sumar tres derrotas consecutivas como visitante. La última, ayer en el campo del Guadalcacín, es preocupante e incluso sonrojante porque una vez más dejó que un rival de perfil bajo (otro) le derrotara con muy poco. Los del Nuevo Mirador tienen aparcar la pelea por el título de Liga y centrarse en asegurar la fase de ascenso que, visto lo visto, no está asegurada.

Los albirrojos volvieron a hacer un partido cogido con pinzas y los puntos se escaparon. En Guadalcacín, el que golpea primero lo hace dos veces y Algeciras tuvo las opciones de gol más claras (tampoco muchas) pero fue el rival el que acertó tras hacerle pagar caro una pérdida de balón en el centro. Luego ni los jugadores ni el técnico algecireño encontraron la forma de levantarse.

Guti pierde a José Mari e Iván, expulsado tras el choque, para el próximo domingo

La plantilla insiste en que está con su entrenador, David Gutiérrez Guti, pero tiene que empezar a demostrarlo en el campo, y en todos los campos, porque el crédito está al límite y ayer la afición que se desplazó a tierras jerezanas en una mala mañana se marchó muy enfadada y así se lo hizo ver al presidente, Ricardo Alfonso Álvarez.

El Algeciras, además, pierde a José Mari (por doble amarilla en el 89') e Iván Turrillo (expulsado una vez terminado el partido) para el partido del próximo domingo (12:00) frente al Cabecense sin margen de error.

David Guti puso en Guadalcacín un equipo y un planteamiento que no parecía descabellado por las circunstancias: superficie artificial reducida, dura, en la que el discontinuo juego era de tipo aéreo. Sacó un equipo reforzado con tres centrales (Berlanga, Hedrera y José Mari), dos carrileros (Máiquez y Gallardo), dos pivotes (Ganet y Anaya) con Iván y Mauri por delante y David Camps en punta.

La primera parte le dio la razón al técnico, los albirrojos no pasaron apuros en un duelo ingobernable, con el juego raso anulado, mucho pelotazo largo y el balón moviéndose como en un billar. En esa situación, los visitantes tuvieron un par de ocasiones que pudieron cambiar el curso del encuentro pero no hubo acierto. David Camps lanzó abajo una falta que detuvo Lebrón (minuto 17) y el propio meta local evitó el tanto de Mauri (42') en una jugada de las que cambian un partido. Romero apenas que intervenir.

Llegó la segunda. El Algeciras tenía que seguir a pico y pala para romper, en tierras jerezanas, su mala racha fuera. Cuando consistía en dar un paso al frente y atacar, tuvo muchos problemas. Sólo Pablo Ganet e Iván Turrillo intentaron dar pausa al partido y arrojar luz en la creación. La mayoría de las jugadas, muchas por los costados de Dani Gallardo y Máiquez, murieron sin conectar con un David Camps desaparecido en una defensa del Guadalcacín que resolvió bien los débiles ataques rivales.

Llegó el mazazo en el 54'. Uno de los muchos balones en tierra de nadie, se lo intentó quedar Javi Anaya pero perdió la posesión en un forcejeo con Juanjo que aprovechó Fran Jiménez para asistir a Rosillo, que venció en la salida de Romero. 1-0.

Ahora el Algeciras estaba con el tiempo y el marcador en contra y le tocaba proponer más. No supo. Los ataques fueron intermitentes y poco profundos. Impotencia en el lado rojiblanco. Aún así tuvo ocasiones para empatar y Lebrón, que volvía a la titularidad, salvó al Guadalcacín en varias ocasiones y se convirtió en el salvador de su equipo.

Iván Turrillo lanzó alto minutos después del tanto rival. La mayoría de las jugadas de ataque llegaban por la derecha del Algeciras, con Máiquez viéndose obligado a centrar en posiciones complicadas y sin encontrar rematador. La entrada de Tano por Anaya (que en partidos anteriore era de los mejores como central pero volvió a pinchar en el mediocentro) dio algo de intención a los visitantes en tres cuartos de campo. El sevillano encontró posición de tiro en el 77' pero otra vez apareció Lebrón. A la desesperada, Pablo Ganet (de los pocos a salvar en el encuentro) ganó metros pero su tiro se encontró con el meta rival.

El Algeciras fue un querer sin poder. Nadie dio un golpe de mando ni de timón. José Mari vio la segunda amarilla tras evitar una contra y se perderá el próximo partido en casa. En el descuento llegó el 2-0 que servía para hurgar en la herida más que para sentenciar lo que parecía sentenciado.

La afición, de nuevo por encima de lo que se vio en el campo, hizo ver su descontento al presidente del Algeciras. Algunos futbolistas se acercaron a agradecer la compañía en la grada en una mañana de agua y lluvia que no detuvo a los algeciristas, pero otros jugadores no lo hicieron en un gesto feo y que cabreó más a los presentes.

Los albirrojos no terminan de arrancar y alejarse del todo del bache, no enlazan dos triunfos desde las jornadas 13 y 14, cuando venció a la Lebrijana y al Ceuta el 20 de noviembre. Desde entonces, no conoce el Algeciras la victoria fuera de casa. Ahora es cuarto, cuatro sobre el quinto (Espeleño) y a siete puntos del líder Betis B.

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