La Unión sumó ayer un punto en su visita al Villanueva que no le sirve de mucho, ya que la cuarta plaza se pone ahora a ocho puntos. Los barreños dejaron un buen sabor de boca a pesar de que el colegiado anuló hasta tres goles a los locales, y mostraron que la mala racha de juego y resultados que explotó con la derrota en Dos Hermanas ya es historia. El encuentro estuvo muy disputado y pudo decantarse para cualquiera de las dos partes. Los de la Villa gozaron de varias ocasiones para adelantarse en el marcador, pero de nuevo evidenciaron que esta temporada les está costando sangre, sudor y lágrimas abrir la lata.

A la conclusión del partido el colegiado Santos Pargaña tuvo que abandonar el terreno de juego escoltado por la guardia civil, aunque los tantos parecieron bien anulados a primera vista.

Los barreños saltaron al campo con varias novedades en el once: Unai, Pedro Carrión y Estévez volvían a la titularidad, y Platero disputó su primer encuentro desde el inicio. Así, a los cuatro minutos Unai estrelló un balón en el larguero. Sin embargo, los locales no se amedrentaron y en dos ocasiones casi consecutivas Babi perdonó.

Los dos equipos ofrecían un buen espectáculo. El arma de los barreños fue la fuerte presión que ejerció en la línea de creación jarote, a la que le costó enlazar con Babi y Quero, los que más pólvora tenían.

Tras el turno del Villanueva volvió a tomar el mando la Unión con Carrión como protagonista, pero en el minuto 23 cruzó su disparo en exceso y en el 35' se topó con Óscar Benito.

Tras el descanso el encuentro siguió por los mismos derroteros. Primero avisaron los de la Villa con remates de Nono y Carrión en jugadas a balón parado, a los que respondió Babi con un disparo muy flojo.

Los dos equipos no se escondían a la hora de atacar, aunque el Villanueva vio como le anulaban un tanto en el 59 por fuera de juego de Chicote y otro diez minutos después por una falta previa de Babi. A partir de ese momento el juego se deslució, aunque los gualdiverdes tuvieron buenas ocasiones de nuevo a balón parado en sendos cabezazos de Emiliano y Gonzalo.

El vaso de la paciencia de los locales se colmó cuando Santos Pargaña anuló otro gol en el minuto 87, aunque la falta de Elvio fue clara. Los locales atacaban más en estos últimos compases, aunque más con el corazón que con la cabeza, pero ni por medio de Babi ni en un córner que sacó Ángel Luis encontraron recompensa.