La prensa de Burgos se rinde a la Balona, que el miércoles por la noche cayó eliminada tras hacer un buen partido en el campo de un Mirandés que también recibe elogios.

"Deuda saldada y a tercera ronda", titula su crónica El Correo de Burgos, que resalta que la Balona "no se arrugó" con el adverso comienzo del encuentro y "no le perdió la cara al encuentro". "El Mirandés se toma cumplida venganza de la afrenta de hace unas temporadas con el ascenso en juego", se lee en este rotativo. "El segundo tiempo no fue tan vistoso como el primero, aunque sí que tuvo mucha intensidad, incluyendo los últimos compases de la contienda, que fueron muy emocionantes por la incertidumbre en el marcador", explica en su artículo G. Conde.

Con más entusiasmo explica el choque El Diario de Burgos. "Enrabietados con la Copa", titula este periódico, que subraya: "Partidazo. Mirandeses y linenses se volcaron para ofrecer un encuentro electrizante con cuatro auténticos golazos". Y así empieza la crónica: "El fútbol ofrece revanchas dulces y otras abrumadoras, del mismo modo que partidos aburridos y otros que muchos elegiríamos seguir disfrutando más allá de los noventa minutos. La victoria del Mirandés el Linense de ayer por la noche cumplió con todo lo que se le puede pedir a un encuentro de Copa del Rey: emoción, buen fútbol, hambre de gloria de uno y otro equipo y goles, o mejor dicho golazos, para marcharse contentos un miércoles cualquiera". Flavia Vecino considera en su artículo que la Balona "brilló con una propuesta descarada, con calidad en todas sus líneas" y califica el último tanto, el de Pablo Infante, de "una joya".

En la web Burgos Deporte la crónica presta menos atención a la Balona. "Los rojillos jugaron un buen partido y se adelantaron en el marcador en los primeros minutos con gol de Lambarri, aunque dos minutos más tarde empataba Carlos Guerra para los andaluces. Pero el equipo de Pouso llevaba la iniciativa y controlaba el partido", reza la crónica, que señala que en la primera parte "se vieron incalculables destellos de calidad en los dos equipos, muy contundentes en el juego ofensivo, pero sin dejar a buen resguardo la línea de atrás". En la segunda "a medida que el tiempo avanzaba, los rojillos sentían que su estado físico no era el más idóneo para seguir con ese tipo de actitud y fruto de ello, fue que el rival, empezó a tomarle el relevo a los rojillos y a intentar conseguir el gol de la victoria".