REAL BALOMPÉDICA LINENSE

Algo pasa con Julio

  • La afición de la Balona señala al entrenador como máximo responsable de la mala racha albinegra

  • Le afean unas "innecesarias" rotaciones y no estar acertado en las sustituciones

Foto: Erasmo Fenoy

Foto: Erasmo Fenoy

La crisis de resultados que han despeñado a la Balompédica desde los puestos de privilegio hasta la undécima plaza del grupo IV de Segunda B tiene, en opinión de una parte importante de la afición, un responsable directo: el entrenador Julio Cobos.

Después de que el triunfo sobre el Mérida, el pasado 29 de octubre, pareció llevar al de Valdehornillos a su mayor cota de popularidad, han bastado cuatro jornadas sin conocer el triunfo y algunas decisiones (como poco, discutibles) para provocar que el pasado domingo la grada le despidiese con pitos cuando se dirigía la caseta: su equipo acababa de dejar escapar una renta de 3-1 sobre el Granada B para acabar firmando tablas (3-3).

Los hinchas entienden que en Córdoba y ante el Granada B "invitó" al rival a buscar el empate

Los corrillos balonos eran ayer un hervidero de aficionados deseosos de proponer soluciones para un equipo que el pasado día uno dejó escapar en el Nuevo Arcángel la posibilidad de auparse al liderato y que ahora empieza a mirar, de momento solo de reojo, hacia la zona de máximo riesgo.

Los albinegros tienen ahora dos partidos ante dos rivales anclados en puestos de descenso (Las Palmas, en el Anexo al Insular, y Jumilla, en La Línea) que se presentan como sendos salvavidas, pero también como una trampa, porque todo lo que no sea una doble victoria puede dar lugar a que la directiva tome algún tipo de medidas. Y ojo que el mercado de invierno quedará a tiro de piedra después del duelo en el Municipal.

Una parte notable de la hinchada entiende que Julio Cobos no anda muy afortunado en los últimos duelos con los cambios. El técnico explicó el domingo en rueda de prensa que las ausencias de Gato, José Ramón y Sergio Molina le habían encorsetado a la hora de tomar decisiones, pero la justificación no cala. "Yo creo que es un buen técnico, pero que se está equivocando. No se trata del partido con el Granada B. Sin ir más lejos en Córdoba fue él quien con las sustituciones envió el mensaje al rival de que podía dar el paso adelante y aquello acabó costándole a la Balona dos puntos", señala Javier, un exdirectivo albinegro, que presenció en directo el duelo en El Arcángel.

"Toda la vida se ha dicho que cuando un equipo marcha bien se debe tocar lo menos posible y estando entre los cuatro primeros no ha repetido un once, no me parece lógico. Ha terminado por volver locos a los jugadores", sostiene Miguel, uno de esos abonados de Tribuna de toda la vida.

"Y lo siento por él, porque entiendo que no debe ser su intención, pero parece que está esperando a que Mario Gómez se equivoque para mandarle al banquillo, cuando desde que llegó en enero ha demostrado que es un central de garantías", agrega.

"Lo que sucedió el domingo es el reflejo de lo que ha venido pasando en varios desplazamientos", denuncia Juan, habitual en las excursiones que acompañan a la Balona: "Le cuesta leer los partidos y tarda muchísimo en reaccionar con los cambios y además parece que los trae hechos de casa, siempre son los mismos".

"¿Cómo que el domingo no tenía opciones?, si ha sido él quien otras veces ha metido a Espinar y a Mario Abenza en el equipo titular", recuerda. "El Granada puso dos delanteros centros y no tomó ninguna medida y después, en las ruedas de prensa, parece que él nunca tiene culpa de nada".

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