José María Melo está convencido de que, de acuerdo al desembolso que realizaron el pasado verano y a las condiciones en que trabajan a diario ambos equipos "la Balompédica debería llevarle al San Roque de Lepe una pila de puntos". La realidad es que los linenses sólo acumulan cuatro más que su rival de mañana (17.00) en el estadio Municipal. Una afirmación de ese calado, realizada por el entrenador de los aurinegros podría sonar un poco a exaltación de su propio trabajo y al de su incomparable compañero desde su etapa en el Castilleja Alejandro Ceballos, pero él lo defiende con argumentos. "En mi plantilla hay jardineros, albañiles, pintores y a veces cuando llegan a entrenarse por la noche hay que andar con un poquito de mano izquierda, porque están reventados", dice.

"Nosotros hicimos las cosas para tratar de conseguir la salvación lo antes posible, pero estos jugadores se exigen a sí mismos más que lo hace el entorno, aunque no dependan del fútbol para comer", explica con orgullo. "Lo normal es que no pudiésemos competir con algunos equipos de este grupo, especialmente con los de la provincia de Cádiz, que hacen inversiones muy fuertes cuando confeccionan sus plantillas, pero por fortuna en el fútbol siguen mandando el campo y el balón y ahí estamos".

Con respecto al encuentro de mañana en el Municipal, el entrenador afirma que su equipo tiene "nada que perder y muchísimo que ganar".

"Afortunadamente nuestro primer objetivo está casi cubierto, porque parece difícil que nos den alcance los de abajo, pero nosotros no nos vamos a limitar a jugar por jugar, sino que vamos a intentar pelear por estar lo más arriba posible, aunque siempre a sabiendas de que ni el club ni nadie entiende que acabar entre los cuatro primeros está entre nuestras obligaciones".

"No cabe duda de que una derrota, porque sería ante un rival directo, casi nos dejaría fuera de la pelea por estar en la liguilla", admite. "De todas formas, no es sólo esa la motivación que llevamos, porque sabemos que vamos a un magnífico campo, con una afición extraordinaria y eso para el que le gusta el fútbol supone todo un aliciente, porque no es normal en esta categoría".

Melo bromea con el hándicap que hubiese supuesto para su plantilla que el partido se hubiese jugado por la mañana, como se barajó en un principio. "Los chavales de Lepe se hubiesen tenido que venir el miércoles para dormir en Sevilla, pero en casa de algún compañero, no en un hotel, que nosotros no tenemos dinero para esas cosas", dice.