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La lotería del mercado de invierno

  • El Algeciras se beneficia desde primera hora del rendimiento del malí Moussa, el primer refuerzo de enero, pero aún no ha sacado provecho del argentino Solferino, el último en llegar

Se fueron cuatro (Joaquín, Ganet, Ranchero y Chico Díaz) y llegaron dos (Moussa y Damián Solferino). Tres si se tiene en cuenta el alta federativa del delantero del filial Nasif Moha. El Algeciras CF dejó atrás un largo invierno y un mercado que tradicionalmente ha deparado pocas alegrías a los albirrojos salvo contadas excepciones.

Uno de esos mirlos blancos, por el momento, es el malí Moussa Sidibé, la cara de la moneda en una lotería en la que ya no hay vuelta atrás. En medio del descanso de Semana Santa y a falta de sólo seis jornadas para el final en el grupo X de Tercera, el algecirismo calibra lo que han supuesto para el equipo de José Antonio Asián las apuestas invernales para recomponer una plantilla que partió aspirante a lo máximo y que ahora enfila el último tirón en la tercera plaza, a cinco puntos del segundo y a diez del primero.

Asián apenas echa mano de Moha, el delantero del filial que logró el alta en febrero

El primer refuerzo invernal del Algeciras fue un acierto de pleno. Bastaron pocas semanas para comprobar que Moussa iba a sumar desde el primer día. El malí afincado en España desde pequeñito desembarcó con cierto revuelo por su situación de impagos en el Guadalajara. El extremo zurdo encajó como un guante a pesar de que Asián se atrevió a hacer un experimento a las primeras de cambio cuando probó al futbolista como lateral zurdo. No era lateral zurdo por mucho que el vídeo de Youtube dijera lo contrario. Sin embargo, Moussa si ha sido un revulsivo en ataque para un conjunto muy falto de chispa y de pegada en esta segunda vuelta, sobre todo tras la marcha de Chico Díaz, una salida que nunca quedará del todo aclarada.

El malí marcó de falta en Espiel y sumó su tercera diana en doce partidos y 982 minutos. Unos números que coquetean con el notable.

La dirección deportiva que encabeza Rafael Mellado se lanzó, tras la precipitada salida del ariete Chico, a por su segundo refuerzo de invierno. Aterrizó el argentino Damián Solferino, un obrero del fútbol con interminable recorrido por su país y por varios enclaves de Europa. Se dice que estuvo a punto de fichar en Gibraltar, pero lo cierto es que acabó en La Menacha. El punta apenas cuenta ocho encuentros pero sólo dos titularidades y 242 minutos. Asián sólo le alineó de inicio en la derrota en Utrera y en la goleada ante el Castilleja. En las tres últimas jornadas apenas ha tenido una participación residual que hace que la afición se pregunte para qué se hizo este esfuerzo teniendo gente joven en el filial.

Llegados a este punto hay que recordar la situación de Moha, un joven por quien el club hizo una apuesta importante para regularizar su documentación. Tras un año de papeleos, Moha curiosamente recibió el alta la semana anterior a la visita al Murube de Ceuta. Asián le dio la titularidad aquella tarde para sorpresa generalizada y repescó al joven en la visita a Utrera para los últimos compases. La realidad es que Moha es jugador del equipo de Tobali de Segunda Andaluza y no se puede calificar como refuerzo de Tercera.

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