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El fútbol castiga a una Balona insípida (1-0)

  • Los albinegros pagan su enorme falta de calidad con una derrota en el 93' después de haber desperdiciado una clara ocasión un minuto antes

El fútbol castigó ayer la tacañería y la falta de calidad de la Balona con una derrota en el 93' de las que tienen consecuencias y de las que dejan cabizbajas y temerosas a las aficiones.

Los albinegros, que apenas cuarenta segundos antes de encajar el gol de la derrota tuvieron en sus botas un triunfo que les hubiese aupado al undécimo puesto, regresaron por segunda semana de vacío de un desplazamiento y se ven de nuevo metidos de lleno en la agónica pelea por evitar el descenso. Ciento ochenta minutos ejerciendo de visitante, primero en Murcia y ayer en Huelva, en los que el equipo de La Línea ha dejado inéditos a los porteros rivales. Y así, salvo carambola que se antoja improbable, resulta muy complicado mejorar la ridícula estadística que recuerda que esta temporada los de La Línea sólo han sido capaces de ganar una vez fuera de su estadio. Está claro que, a estas alturas, no puede tratarse de una casualidad.

El Recre derrotó a la Balona en un partido miserable en el que escribir de justicia es toda una oda a la insensatez. El único resultado que merecía este ¿partido? entre un Decano decrépito y una Balona desprovista de su ADN de Recia era que ambos hubiesen acabado con derrota. Y eso, al menos hasta que los altos estamentos del fútbol tengan a bien revisar el ¿duelo? de ayer, no lo contempla el reglamento. Error mayúsculo de las leyes de este bendito deporte, concebido para que se hagan goles y no para premiar a los que evitan recibirlos.

Balompédica y Recreativo plantearon su enfrentamiento como lo que son, dos equipos temerosos, que apenas se conceden crédito a sí mismos y que destilan una falta de calidad que tira de espaldas. Entre el poco fútbol que son capaces de generar uno y otro y los grilletes que aporta la cercanía de la zona de peligro, el balón cambiaba de poseedor con una facilidad que irritaba.

A latigazos llegaron algo parecido a las ocasiones. En el 17' Iván Aguilar obligó a Óscar Santiago a gustarse en una parada y en el 19' Stoichkov tuvo la única de los visitantes en toda la primera mitad, pero en vez de buscar a sus compañeros se ensañó con el lateral de la red.

Lo que escenificaban estos dos añejos conjuntos era lo que los redichos llaman un partido táctico. Que es una forma elegante de decir que aquello estaba más bien organizadito por ambas partes... para no perder. Pero que no cabía buscar mucho más allá del bostezo.

En el desenlace del primer periodo otra vez Iván Aguilar y Núñez lo intentaron para los albiazules, pero el balón, seguramente porque se sentía maltratado, estaba esquivo a acabar entre las redes.

En el comienzo de la segunda entrega la Balona se dejó rematar por dos veces en sendos saques de esquina. Como para no perder la costumbre. Pero esta vez no acabaron en gol.

Después durante media hora el equipo de La Línea pareció superior. Como si tuviese una marcha más, algo más de gasolina, la Balompédica tuvo más presencia en el medio campo de un rival asustado, que lo único que quería por todos los medios era no cosechar una derrota que le precipitase al vacío.

Fue precisamente cuando intentó dar ese paso adelante haciendo gala de su mejor condición física cuando, como le sucedió siete días antes en La Nueva Condomina, a la Balompédica se le vieron las vergüenzas. A veces da la impresión de que darle el esférico a alguno de sus hombres es como entregarle una cruz y enviarles por el camino hasta el Gólgota. No hay la más mínima capacidad de generar. Es un manoseo insípido, que no conduce a nada. El esférico no es desplazado hasta las cercanías del campo enemigo, sino arrastrado. Y lo que es peor, que da la sensación de que ese toqueteo insulso podría durar semanas y tampoco llegaría a ninguna parte, porque cerca de la cal hace falta talento y de eso anda cortita esta plantilla.

Sólo Gato demuestra ambición por profanar el área del contrincante, donde Álex Rubio aparece solito, desasistido, aunque así y todo se las ingenió para cruzar con muy mala intención en el 69', pero el esférico se marchó fuera por poco.

En el 92 y con el Recre ya recostado contra las cuerdas y esperando el final, Gato hizo una de las suyas y mandó hacia el corazón del área pequeña, pero al capitán Ismael Chico le faltó la maldad del delantero y en vez de adelantarse e ir por el balón lo esperó en el segundo palo y por eso se vio privado de lo que parecía un gol cierto.

Aún se mesaban los cabelos sus compañeros cuando, a la vuelta de esa jugada, un desajuste defensivo permitió a Miguelito hacer el gol de su vida, que sonó a guillotina contra una Balona que queda herida en la clasificación, pero lo que es aún más importante, en su credibilidad y en la paciencia de una hinchada que empieza a preguntarse hasta qué jornada habrá que esperar esta temporada para respirar. Si es que se puede respirar.

Todo eso, después de que un día antes el presidente les hubiese pedido a los jugadores que hicieran lo imposible por no volver de vacío.

Rubén Gálvez sc

Iván Robles H

Javi Cantero H

Pape HH

(Á. Zambrano, 74') sc

Bonaque l

José Alonso H

Núñez H

Miguelito HH

Iván Aguilar H

(Fran Machado, 81') sc

Rafa de Vicente HH

Domínguez l

(Waldo, 72') sc

Óscar Santiago H

Bauti H

Olmo H

Mario Gómez HH

Luis Madrigal H

Gato HH

Ismael Chico H

Carlos Selfa l

(Alfonso, 78') sc

Stoichkov l

(Juampe, 62') H

Mauri Franco H

(Canario, 82') sc

Álex Rubio H

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