Ud los palacios | real balompédica · la crónica

Otro empate que ni fu ni fa

La Balompédica empieza a aficionarse peligrosamente a los empates que, analizados como un todo, dan lugar al consuelo. El de ayer, en Los Palacios, lo sumó después de jugar media hora larga con un hombre menos por una tontería del gibraltareño Joseph que sólo se puede entender porque aún es, literalmente, un crío. El problema es que nueve tablas son muchas cuando aún queda un tramo para que finalice la primera vuelta. Y, lo que es peor, que la Balompédica sólo reaccionó cuando estuvo contra las cuerdas. Queda, necesariamente, la sensación de que si hubiese puesto antes el motor al límite hubiese regresado con un mayor botín.

El primer periodo estuvo marcado por los dos goles del conjunto de Asián. Esos que el tópico llama psicológicos. Apenas habían transcurrido seis minutos cuando David Pérez no sacó bien, Coco se dejó atrás el esférico, Barrios no fue de verdad a una pelota dividida y el esférico llegó a Narváez, que fintó dos veces y adelantó a su equipo.

La Balompédica acusó el golpe y en el once otro balón olvidado puso a Narváez con opciones de golpear para la sentencia, pero su disparo se marchó fuera por poco.

Se encendieron las alarmas y la Balona fue, poco a poco recomponiéndose. Apenas esperó al diecisiete para empatar. Una buena acción entre Coco y Joseph propició un mal despeje de Hermosín que estuvo a punto de colarse. En el rechace de Josete, el cazagoles Noel, que con frialdad de un sicario de gol acertó en medio de una maraña.

Eran los mejores minutos del equipo de La Línea, que recibió como un jarro de agua fría el 2-1, convertido por Monsalvete al ejecutar un golpe franco. El ex algecirista lanzó con precisión casi milimétrica, pero a tanta distancia que David Pérez se convirtió, como poco, en complice. No siempre puede ser el salvador.

A partir de ese momento los de Carlos Ríos volvieron a ser el equipo amorfo y angustiado que tanto enfada a su afición. Volvieron a tirar por la borda lo que restaba de primera parte, un pecado en el que incurren con frecuencia y que alguna vez le va a acarrear una penitencia mayor.

Bien es cierto que Los Palacios no creó demasiados apuros en ese tramo de partido, quizás porque cuando la Balona afloja, su defensa suele ser lo más sólido.

La segunda parte comenzó con la misma imagen desilusionante, hasta que a Joseph se le cruzaron los cables y elevó una petición con todas los polizas para que a Lara Rodríguez no le quedase otro remedio que expulsarle.

Parecía que era el final. La Balona sin fútbol, con uno menos y el marcador en contra. Fue en ese momento de máxima zozobra cuando entró Ismael Chico y aportó chispa y personalidad. Toda la que había sido incapaz de poner Antonio Cárdenas. Llamó a sus compañeros a capítulo y su equipo salió de la nada para meterse en el juego.

Ocho después de la entrada del de La Atunara Noel fintó en el área y fue derribado por Hermosín. Él mismo fue el encargado de lanzar la incontestable pena máxima. Y le dedicó el gol a Pepe El Masajista. Se puede decir sin temor a equivocarse que Noel apenas hizo ayer otra cosa que los dos goles. Nada menos.

En el último tramo el partido se abrió, la Balompédica hizo una exhibición de condición física -exclente Manrique toda la mañan en ese apartado- ante un enemigo que iba apagándose y estuvo más cerca el 2-3 que el 3-2. No llegó ni uno ni otro. Y la Balona se apuntó el noveno empate. Con atenuantes, pero el noveno en dieciséis jornadas. Muchos son.

61'

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios