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Un derbi de dos sabores

  • El Algeciras deja escapar la victoria en el Manolo Mesa tras jugar en superioridad desde el minuto 2 y mandar por dos goles ante un bravo San Roque El empate sabe a gloria para unos y a chasco para otros

El que perdona, lo suele pagar. Esta máxima escenifica a la perfección el derbi comarcal que Club Deportivo San Roque y Algeciras Club de Fútbol disputaron ayer en el Manolo Mesa, un duelo de creciente rivalidad que acabó en tablas (2-2), con tintes victoriosos en el equipo de casa y con rostros de decepción en la expedición visitante. Un punto con un sabor tan dispar porque los albirrojos dejaron escapar el triunfo tras ponerse con dos goles de ventaja en el primer tiempo y después de jugar con uno más durante 90 minutos ante unos rojillos que apelaron al carácter para igualar y poner contra las cuerdas en el tramo final al líder del grupo X de Tercera división. Un líder que, a pesar de todo, sigue en lo más alto de la tabla tras los pinchazos de sus tres rivales más directos.

El Algeciras tuvo al San Roque al borde del KO absoluto pero no remató. El gol de la puntilla merodeó tres o cuatro veces pero el aspirante a campeón no ejerció de tal cosa y, como ya le ha ocurrido varias ocasiones esta temporada, insufló aliento a un rival en inferioridad desde el minuto 2 que se fue recomponiendo hasta venirse arriba y acorralar a un conjunto vecino que debió haber hecho los cambios mucho antes.

El derbi se dinamitó muy pronto. Apenas consumidos dos minutos Juan Llaves fue cazado en el corazón del área por Cristian Morente. El punta ganó la espalda y fue arrollado. El colegiado granadino no dudó, decretó la pena máxima y expulsó el mediocentro rojillo. Javi Chico ejecutó con acierto el penalti y espoleó a los muchos algeciristas que poblaron las gradas sanroqueñas.

Los albirrojos -ayer de negro- carburaron sus mejores minutos en la primera media hora con algunas triangulaciones rápidas al primer toque e internadas por los costados. Tras la expulsión, los rojillos intentaron abrir el campo y ganar metros ante un Algeciras dominante y bien colocado. El primer acercamiento de los sanroqueños vino a balón parado en una falta botada por Antonio Jesús que cabeceó Trujillo. Ambos fueron los protagonistas posteriores de la reacción local. El segundo estacazo de los de Manolo Sanlúcar se produjo en el minuto 21 en un saque de esquina que Javi Fernández mandó a la frontal para que Javi Chico chutase a puerta ajustado. Jugada de pizarra algecirista que se tragó la zaga rojilla.

Marín, con un disparo fuerte que atajó Borja, y Juan Llaves, con un par de llegadas, pudieron finiquitar el derbi antes del descanso. La más certera la tuvo el punta algecireño en el 44' con un tiro al palo tras centro por la derecha de Marín.

Tras el paso por vestuarios el Algeciras volvió a tomar la sartén por el mango con dos oportunidades de un Juan Llaves que no termina de finalizar los huecos que sabe buscarse. El empuje de los visitantes sufrió un vuelco y a falta de media hora el San Roque, que se veía con vida, comenzó a achuchar cada vez más ante un once falto de oxígeno. El run-run de los seguidores albirrojos demandaba ya algún cambio, aire fresco, a la par que Antonio Jesús llevaba el peligro a los dominios de Romero a balón parado. El zurdo avisó con dos faltas muy peligrosas, una en el 60' y otra en el 62' que repelió un palo, y marcó a la tercera. El algecireño y exalgecirista dibujó un lanzamiento magistral que supuso el 1-2 en el minuto 67.

Una parte del Manolo Mesa empezó a rugir "sí, se puede". El Algeciras, grogui, cayó en una deriva que no encontraba respuesta desde el banquillo a pesar de que Alvi, Willy e Iván llevaban un buen rato calentando. Cuando por fin se decidió el técnico albirrojo llegó el empate. Un córner botado por Antonio Jesús que se paseó ante un enjambre de piernas y que quedó manso para que Trujillo fusilase a puerta vacía en el minuto 73.

A partir de ese instante el derbi entró en una dinámica de ida y vuelta, con un San Roque alentado y multiplicado a pesar de estar con diez desde el primer suspiro y con un Algeciras fundido y buscando a la desesperada un tanto que recondujese el ánimo de sus muchos parroquianos presentes. No hubo para más, salvo algún que otro escarceo en cada área sin mayores consecuencias, en un duelo que dejó mucho en una soleada mañana.

El derbi regaló una alegría al San Roque, una más, quizás la última en una temporada ya resuelta para los de Diego Pérez Yiyi. Pero el empate también dejó un cierto sabor de decepción en un Algeciras que no puede dejar escapar partidos así si quiere ser campeón de Liga y obtener un pase privilegiado para la ansiada fase de ascenso a Segunda B. Los de Manolo Sanlúcar vivieron ayer un anticipo de lo que puede esperar en la segunda ronda, en un ambiente cargado. Una lección que a buen seguro no van a olvidar.

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