Melilla | villa de los barrios · la Previa

Un clásico con valor doble

  • Vuelta El Villa regresa al escenario de su única Copa Príncipe para distanciar a un rival directo en la pelea por disputar el play-off Problema Los visitantes, preocupados por sus titubeantes comienzos de partido

El clásico de los clásicos de la LEB, el que enfrenta a los dos equipos que más temporadas llevan ininterrumpidamente en la categoría, se repite esta noche y además reúne unas connotaciones especiales. El equipo de casa, el Melilla, se aferra a un hipotético triunfo para seguir haciendo cábalas de cara a su presencia en el play-off. El visitante, el Villa de Los Barrios, piensa en descolgar a dos victorias a un rival directo y en seguir con su ascensión por la clasificación hacia los puestos que dan derecho a jugar la segunda fase, a cuyas orillas ha llegado.

En un partido con tantos precedentes es muy fácil que se den, además de las clasificatorias, otras circunstancias que lo hagan especial. De hecho, en el banquillo local se sientan dos ex entrenadores de Los Barrios, Paco Olmos y Félix Alonso; entre los pupilos de estos figura uno de los responsables de que la pasada campaña el Villa alcanzase los mayores éxitos de su historia: Juanma Ruiz. Y además, el conjunto gualdiverde (con el que viaja un ex melillense, Álex Alba) regresa al escenario en el que dispustó, hace ahora poco más de un año, el único encuentro copero de su palmarés, el que le enfrentó al León. Un motivo para desempolvar agradables recuerdos.

Los barreños, que partieron ayer después de llevar a cabo un intenso entrenamiento matinal, afrontan el duelo con todos sus hombres en condiciones de jugar y con el convencimiento interno de que si son capaces de mantener la intensidad y el nivel de juego de los últimos partidos, el resultado puede caer de su lado. No en vano, se trata de un partido 'de la liga del Villa' después de que la semana pasada, ante el Breogán, les tocase medirse a uno de los grandes de la competición, con objetivos y potencial muy dispares.

Moncho Fernández, que se resiste a calificar el encuentro de final "porque aún queda mucho por delante" admite que se trata de un encuentro importante, en el que le pide a sus jugadores que intenten "en esa línea de trabajo" que les permite "ser competitivos siempre".

"Después de las tres primeras jornadas nos quedan siete partidos en casa y otros tantos fuera y por lo tanto necesitamos arañar alguna victoria fuera y éste sería ante un rival directo al que, además, colocaríamos a dos victorias, que a estas alturas es un trecho importante", explica.

El preparador compostelano, que anda preocupado por las deficiencias que demuestra su equipo en los primeros compases de los últimos compromisos, califica al rival como un equipo "parejo" al suyo "y con las mismas aspiraciones aunque con algo más de presupuesto".

"Entiendo que para ellos casi es una final, por lo que espero a un Melilla muy encorajinado", apostilla. "Cuenta con una plantilla larga y compensada y tenemos que ser conscientes de que será un partido muy difícil", acaba el entrenador.

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