baloncesto · copa del rey

Un clásico inesperado

  • Pesic lleva al Barça a la final ante el Madrid tras ganar al correoso anfitrión.

El pívot del Barcelona Ante Tomic machaca la canasta grancanaria ante la oposición de Balvin y Aguilar.

El pívot del Barcelona Ante Tomic machaca la canasta grancanaria ante la oposición de Balvin y Aguilar. / EFE

El lenguaje corporal de los jugadores del Barcelona ha cambiado, Pesic ha pulsado el botón de reseteo y ha llevado al equipo culé a la final de la Copa tras doblegar al equipo que llegaba más en forma y al anfitrión, el Gran Canaria (74-87). Hace dos semanas la temporada del Barcelona se iba por el sumidero, sin opciones en Euroliga, y ahora está a 40 minutos de levantar un título que puede suponer un punto de inflexión en la tiranía blanca. Es claro favorito el Real Madrid (18:30), le avala su trayectoria reciente. Pero no es un partido cómodo para el conjunto blanco. Su mayor rival tiene la oportunidad de redimirse. Y Pesic se ha puesto a escribir un libro. Tiene la sonrisa del iluminado que está por encima de todo. Y ha convencido a sus jugadores. Al genialoide Heurtel, por ejemplo. 13 puntos, 14 asistencias y un gran dominio.

El Barcelona salió con la misma prestancia y determinación que ante el Baskonia. Pesic colocó de titular a Koponen, que en la víspera no había jugado ningún minuto. Heurtel encontraba vías de agua en la defensa canaria para generar ventajas y la anotación estaba repartida en el cuadro azulgrana, encontraba distintas opciones y dominaba el rebote. Se sentía poderoso el cuadro azulgrana, dominaba por 10 puntos y el Gran Canaria aguantaba a duras penas.

Se guardaba algunas bazas en el banquillo Luis Casimiro. La de Albert Oliver, que cambió el ritmo del partido. Con casi 40 años las piernas aún le llegan para tener minutos de calidad. Y, sobre todo, Markus Eriksson. Un ex barcelonista reclutado muy joven pero que no acabó de cuajar pese a su privilegiada muñeca. El sueco prendió fuego al partido con 17 puntos en el segundo cuarto, cinco triples y una canasta tras rebote. Por un momento pareció que era imposible que fallara. Un lanzamiento tras pase por la espalda de Rabaseda levantó al Gran Canaria Arena. 41-37 dominaba el anfitrión tras el vendaval, 43-41 al descanso.

El equilibrio se mantenía, pero el Barcelona volvía con fuerza. Había superado un momento difícil. A lo largo de la etapa Sito había enhebrado momentos de gran baloncesto y derrotas clamorosas, como esa de Bamberg tras ganar por 26 puntos. Parecía más entero mentalmente el Barcelona e iniciaba una escapada con una renta interesante (49-59). Recortaba el Gran Canaria con Oliver de nuevo en pista, pero Hanga secaba a Eriksson, le mandaba a 10 metros del aro. Y triples de Ribas, Navarro y, sobre todo, uno sobre la bocina de Claver dejaban al final del tercer cuarto un buen hueco (56-68).

Se disparaba el Barcelona a 14 puntos de ventaja, pero reducía a siete Brussino con un triple. El Gran Canaria echaba el último aliento. Chocó contra Oriola. Machacó con un tremendo dos más uno que repetiría después (fallando los adicionales). Tremendo el ilerdense, que propulsó su carrera en Sevilla y que ahora es determinante al más alto nivel. Es la imagen de este nuevo Barça.

Ficha Técnica:

74 - Herbalife Gran Canaria (15+28+13+18): Mekel (2), Brussino (8), Balvin (3), Rabaseda (2) y Pablo Aguilar (11) -quinteto titular-, Pasecniks (10), Eriksson (25), Oliver (5), Seeley (2), Báez (3) y Radicevic (3).

87 - FC Barcelona Lassa (21+20+27+19): Heurtel (13), Sanders (8), Koponen (4), Tomic (6) y Moerman (7) -quinteto inicial-, Ribas (12), Navarro (3), Oriola (14), Claver (8) y Hanga (12).

Árbitros: Juan Carlos García González, Antonio Conde y Fernando Calatrava. Sin eliminados.

Incidencias: 9.844 espectadores acudieron hoy al encuentro correspondiente a la segunda semifinal de la Copa del Rey 2018, que se celebra en Las Palmas de Gran Canaria. 

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