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Un clásico, Sergio Ramos

  • El central rescata un valioso punto para el Madrid con un testarazo en el minuto 90

  • El Barça se adelantó por medio de Luis Suárez, pero no sentenció y lo pagó caro

Messi, triste, con los jugadores del Madrid al fondo, tras el gol de Sergio Ramos.

Messi, triste, con los jugadores del Madrid al fondo, tras el gol de Sergio Ramos. / Toni Albir / efe

El Real Madrid rescató un agónico empate ante el Barcelona en el primer clásico de la temporada gracias a un cabezazo de Sergio Ramos, una vez más salvador del conjunto blanco en un partido importante. A un minuto para la conclusión del choque, cuando la hinchada culé ya festejaba la victoria en el Camp Nou, el central se elevó por encima de la defensa azulgrana y remató al fondo de la red el tanto de la igualada. Fue un jarro de agua fría para el Barça, que, creyendo tener ya los tres puntos, pagó su falta de contundencia a la hora de cerrar el partido con un empate que mantuvo en seis puntos su desventaja respecto al Madrid.

Luis Suárez había abierto el marcador en el minuto 53 al ganar también de cabeza en el área rival en una jugada a balón parado. En una nueva muestra de que nunca se dan por vencidos, los dirigidos por Zinedine Zidane compensaron su inferioridad en la segunda parte con orgullo y espíritu de lucha, y con el gol final de Sergio Ramos prolongaron su fabulosa racha: 33 partidos sin perder.

Estuvieron a punto de hacerlo en el Camp Nou, en un clásico en el que ni Cristiano Ronaldo ni Messi, los dos súper astros mundiales, brillaron con luz propia. Sí lo hizo Iniesta que, tras seis semanas de ausencia por lesión, se reincorporó al Barcelona con una última media hora sublime. Su control del juego, su pausa y su temple dominaron el tramo final del partido, pero fueron insuficientes para que el Barcelona se llevara un clásico que no podía perder.

Con sus primeros minutos de juego, los dirigidos por Luis Enrique tranquilizaron a su hinchada, que arrugó el gesto cuando supo que el técnico azulgrana prescindía del recuperado Iniesta en su once inicial. Después de los últimos encuentros, los aficionados confiaban que el añorado capitán aportara ya de entrada la pausa y el juego que el Barcelona no tuvo ante la Real Sociedad. Luis Enrique, sin embargo, optó por reservarse esa carta para la segunda parte del choque y colocar a Andre Gomes como acompañante de Rakitic y de Sergio Busquets.

Zidane formó de entrada con un once valiente, con Isco y Kovacic en el mediocampo, para tener más combinación, y Cristiano Ronaldo por la banda izquierda. Y fue, precisamente por ahí, con el astro portugués y con Marcelo, por donde el Madrid llegó más y mejor. En su primera llegada, cuando apenas habían transcurrido dos minutos de partido, Lucas Vázquez reclamó un penalti -que pareció- de Javier Mascherano. El árbitro no lo sancionó y el Barcelona pasó a adueñarse de los primeros 20 minutos.

Dominó la posesión, le puso pausa al juego y, rompiendo las líneas del Madrid, generó un par de buenas ocasiones en las que no acertaron Sergi Roberto ni Suárez. A partir de ahí, el encuentro cambió. Los blancos presionaron más arriba, los azulgrana perdieron el temple y el control y los nervios se apoderaron de ambos equipos, que jugaron mal y generaron ocasiones contadas.

Benzema no acertó a rematar un buen centro de Lucas Vázquez. Ter Stegen, que debutaba como arquero titular del Barcelona en un clásico, despejó bien un disparo de Cristiano Ronaldo. Y los azulgrana reclamaron manos de Carvajal, que el árbitro tampoco consideró. Con un ligero dominio del equipo madridista en los minutos finales de la primera parte, el clásico, con mucha emoción pero escaso juego, y los dos astros mundiales en su versión más discreta, se fue a la pausa de lo más igualado.

Retomó sin cambios en las alineaciones ni tampoco en el juego, que siguió siendo tosco y obtuso, sin ninguna alegría para una hinchada que se mostraba inquieta. Se tranquilizó cuando menos lo esperaba, con una falta lanzada por Neymar desde la banda izquierda y cabeceada perfectamente al fondo de la red por Suárez, ante el inmovilismo de Keylor Navas. El arquero costarricense no salió a buscar el centro y el delantero uruguayo no perdonó. El Barça se adelantaba cuando menos control parecía tener sobre el partido. Pero el Madrid reaccionó con orgullo. Y buscó su suerte. Luis Enrique respondió dando entrada a Iniesta, que recibió una atronadora ovación. El internacional español respondió con una exhibición al recibimiento de la hinchada. Pero Sergio Ramos, su colega en la selección, le aguó el regreso.

Con un espectacular cabezazo, tras un gran centro de Modric, rescató un empate que dejó al Madrid, con la misma ventaja en la cima, y al Barcelona, sin su pretendida recuperación.

Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto, Piqué, Mascherano, Jordi Alba; Sergio Busquets, Rakitic (Iniesta, 59'), Andre Gomes (Arda, 78'); Messi, Luis Suárez y Neymar (Denis Suárez, 87'). Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Kovacic (Mariano, 86'), Modric; Lucas Vázquez, Isco (Casemiro, 66'), Cristiano Ronaldo; y Benzema (Asensio, 77'). Goles: 1-0 (53') Luis Suárez. 1-1 (90') Sergio Ramos. Árbitro: Clos Gómez (aragonés). Amonestó a Isco, Neymar, Luis Suárez, Carvajal, Sergio Busquets y Mascherano. Incidencias: Partido disputado en el Camp Nou ante 98.485 espectadores.

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