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aitor santos punto y seguido

  • El último gran ídolo algecirista cuelga las botas a los 35 años con un historial plagado de éxitos

En la primavera de 2003 un navarro colocó su foto en la orla de los ídolos algeciristas más importantes de todos los tiempos. En aquellos días se convirtió en el hombre del último gran ascenso del Algeciras, aunque ya hacía tiempo que el blanco y el rojo le habían calado hondo. Tanto que ahora, con ocho años y 1.094 kilómetros de por medio, cuando Aitor Santos Primo (Pamplona, Navarra, 12 de abril de 1976) acaba de anunciar su retirada del fútbol, no duda en afirmar que su mayor deseo es estar presente en los actos del Centenario del Algeciras. "Para mí ese club siempre será lo más grande", afirma por teléfono desde su casa.

Aitor cuelga las botas, con sólo 35 años, pero no lo hace porque esté pasando un mal momento futbolístico, ni mucho menos. Desde que regresó a su tierra jugó en el Tudelano, el Peña Sport y el Mutilvera y con todos disputó fases de ascenso. Y no una. Lo habitual es que los futbolistas vayan retrasando su posición en el campo conforme avanzan los años, pero en este caso es el revés. El exalgecirista acabó de delantero (un ejemplo: 38 goles en dos temporadas en el Tudelano). Entonces, ¿por qué deja el fútbol? "Hay un cambio generacional y es la hora de apartarse. Me vi jugando con chavalicos y a la primera patada que me dieron me dije 'ya vale Aitor", explica el protagonista de esta historia cargada de éxitos.

"De todos los ascensos que he conseguido para mí el más importante es el que conseguí en el Algeciras, es el más inolvidable porque es el más grande", explicaba hace unos meses cuando subió con el Peña Sport. Y es que aquella temporada 2002-03, la primera de José Luis Montes, fue en el Algeciras la de Aitor Santos y eso que el conjunto albirrojo tenía grandes jugadores como Ortiz, Armada, Axier, los dos Chicos, Espejo, Iñaki... El centrocampista había llegado al club del Nuevo Mirador en la 2001-02 procedente del Talavera. Años atrás había debutado en Segunda B muy joven con el Izarra navarro. Con 19 cumplidos había fichado por el Osasuna Promesas y aunque se hace titular indiscutible desde el primer momento y en su segunda temporada allí realiza una brillante primera vuelta, no encuentra hueco en el primer equipo. A esto se le une que recibe interesantes ofertas de la categoría, lo que le decide a salir por primera vez fuera de su tierra. En el mercado de invierno ficha por el Mensajero canario, en plena carrera por el ascenso. De allí regresa al Lemona, donde volvió a brillar hasta el punto de que llama la atención del Racing de Ferrol, que no dudó en ficharle. Tras dos buenas campañas en el club gallego (la segunda acabó con la disputa de la liguilla) vuelve a Canarias, en concreto al Playa Pájaras, de donde se marcha al Talavera.

Fue la temporada antes de que comenzara su idilio con el Algeciras, que se había salvado con muchos apuros tras ascender de Tercera. En la primera campaña tuvo dos entrenadores (Andrés Tébar y José Ángel Moreno) y colaboró en que el equipo celebrará la permanencia en Segunda B. Ya era un referente de los albirrojos. Tanto que cuando en el verano de 2002 el recién llegado José Luis Montes comunicó al club que no contaba con él, el entonces presidente, Bernardo Martín, se empeñó en que se quedara y lo logró. No tardó mucho en convencer al entrenador de su valía, se convirtió en un fijo de Montes y protagonizó tardes memorables en las que se ganó a pulso un capítulo en la historia del Algeciras. Pero su gran momento llegó en la fase de ascenso. Los albirrojos, que no se caracterizaban por ser muy prolíficos en ataque, sólo marcaron cuatro goles en aquella liguilla y la mitad los firmó el pamplonica. Fueron claves: el 1-0 con el Zamora en el Nuevo Mirador fue suyo y también el 0-1 frente al mismo equipo en el estadio Ruta de la Plata. Obviamente Montes contó con él para la temporada del debut en Segunda A, que resultó convulsa y Aitor Santos fue una de las víctima de tantas decisiones desacertadas y de la irregularidad de los algeciristas. No obstante jugó 2.742 minutos con el conjunto algecireño en 36 partidos y anotó cuatro goles. El primero en la categoría de plata lo hizo en la jornada sexta frente al Getafe. Después repitió frente al Las Palmas, el Elche y el Ciudad de Murcia. Con el descenso a Segunda B Aitor Santos demostró su compromiso con el Algeciras y accedió a quedarse para buscar el regreso a la ahora llamada Liga Adelante. Jugó a las órdenes de Félix Arnaiz Lucas primero y de Jordi Vinyals después, pero el Algeciras finalizó sexto.

Los primeros atisbos de la crisis económica le abrieron la puerta de salida del Algeciras. Estuvo una temporada en el Extremadura -a un gran nivel, por cierto- pero acabó por volverse a Navarra.

Ahora Aitor Santos juega por entretenerse con los veteranos de Osasuna. Trabaja en una fábrica de coches. Y no olvida a su Algeciras. "Las cuatro temporadas allí fueron las más importantes de mi carrera. Me siento muy orgulloso de que la gente siga acordándose de mí", subraya el exjugador, que a través del Facebook recibe a diario numerosas muestras de cariño de los algeciristas. "Volver a Algeciras es una historia pendiente. me gustaría ir en Semana Santa, para el Centenario. Se han puesto en contacto conmigo y me encantaría", finaliza.

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