El centrocampista Xavi Hernández, cerebro y pulmón de la selección española, ha sumado a su palmarés particular el honor de haber sido designado ayer como mejor jugador de la Eurocopa 2008, que se cerró el domingo con el título para su combinado, que ganó 1-0 a Alemania en la final con un gol de Torres.

A pesar de su pequeño tamaño (1,70 metros y 68 kilogramos), su presencia en el césped se hace notar y se ha confirmado como la columna vertebral de la Roja, dinamizando el juego y siendo el perfecto eslabón de enlace entre defensa y ataque.

Una única cifra ya resume por sí sola su aporte indispensable para los nuevos campeones de Europa: 11,466 kilómetros. Ésa es la distancia recorrida por el jugador del Barcelona en la final disputada ante los alemanes.

Los méritos de Xavi son una de las causas de la incomodidad de sus rivales, con un Ballack casi inexistente y con futbolistas como Frings, Schweinsteiger, Podolski y Klose alejados del nivel habitual.

Suyo fue además el balón, casi de oro, con el que Fernando Torres pudo superar a dos defensas alemanes y marcar el decisivo e histórico gol de España, en la primera mitad tras un exceso de confianza del lateral izquierdo Lahm.

En la semifinal contra los rusos, Xavi había deslumbrado e incluso logró abrir el marcador tras una conexión con su compañero de club Iniesta.

Sus estadísticas personales le confirman como un pilar clave de la selección española, con la que ha disputado 63 encuentros, en los que ha sumado 8 goles, desde su debut en Sevilla en un amistoso frente a la selección de Holanda en la Cartuja (1-2).

Una grave lesión en la rodilla derecha, producida seis meses antes del Mundial de Alemania 2006, le impidió estar en plena forma en la cita, en la que los españoles se despidieron en octavos de final, al caer ante Francia (3-1).

En esta ocasión, sin problemas físicos, Xavi se ha consagrado entre los grandes y se ha quitado el mal sabor de la mala temporada de su club, que no ha logrado sumar ningún título.

Nacido en Terrassa hace 28 años, su carrera está ligada al equipo propietario del Camp Nou, donde se formó como futbolista y debutó con el primer equipo en 1998, confirmándose poco después como el nuevo Guardiola, el ex organizador del Barça y hoy nuevo entrenador.

La crisis que atraviesa el conjunto catalán, con las posibles salidas de hombres como Ronaldinho, Eto'o y Deco, no parece afectar a la situación personal de Xavi, una de las piezas inamovibles del nuevo proyecto blaugrana.