Icom Udea enlazó ayer su tercera derrota consecutiva, un resultado que, sumado a la aplastante victoria lograda por Cazorla en la cancha del Plasencia, apea a los algecireños del liderato en el que habían comenzado la fase por el título.

El equipo que entrena Javier Malla está lejos de su mejor momento, pero tampoco es que esté teniendo precisamente aliados en los colegiados y además no cuenta con la suerte de cara en esas acciones en las que los marcadores se deciden a cara o cruz. Ayer, ante un Enrique Soler de Melilla que evidenció que se encuentra en un excelente momento de juego, Mike Murray pudo redimirse de sus últimas actuaciones, pero después de anotar 20 puntos se precipitó en la última jugada, no seleccionó el tiro y su error coincidió casi con la bocina final.

El partido estuvo presidido por el equilibrio de fuerzas casi desde el comienzo, aunque siempre con los locales por delante en el luminoso.

Melilla comenzó a nadar contra corriente y a falta de menos de un minuto el marcador señalaba equilibrio de fuerzas.

Fue entonces cuando Juan Jesús Betanzos decretó unos dobles más que discutibles a José María Balmón, pero tampoco sería justo reducir 40 minutos de partido a un solo error -si es que se produjo- de los colegiados.

El base Javi Fernández cometió entonces personal, con su equipo ya en bonus, sobre Ignacio Giráldez, a quien no le tembló el pulso y anotó los dos preceptivos lanzamientos.

Después de eso solo quedó tiempo para el error de Mike Murray, que como Austin Monfunanya está rindiendo desde el pasado mes de enero a un nivel muy inferior al demostrado hasta el parón navideño. De su recuperación depende en buena medida que Icom Udea esté al final en una de las tres primeras posiciones.