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Salvada por la campana (2-2)

  • La Balona rescata un punto tras una primera parte paupérrima que acaba 0-2

  • El Linares indulta a los de casa en el 48', al marrar Chus Hevia una pena máxima que olía a sentencia

La Balompédica, después de haber besado la lona en una paupérrima primera mitad, rescató un punto ayer tras escuchar la temida cuenta de protección que precede al KO y que tomó forma de penalti nada más comenzar la segunda mitad, cuando ya perdía 0-2. La tan manida suerte, a la que muchos se acogieron para explicar la derrota una semana antes en Huelva, se apresuró a pagar su discutible deuda cuando un futbolista de los argumentos de Chus Hevia envió fuera una pena máxima que amenazaba no sólo con cerrar el partido, sino con abrir una crisis descomunal en su rival. Después los albinegros frontaron la lámpara, sacaron una dosis relevante de ese amor propio que les definía en otro tiempo y guiados por Canario, sumaron un punto que le permite mantener una cierta renta sobre los puestos de peligro, pero no recuperar la credibilidad ante una cada vez más exigua afición.

La Balona llegó tarde, muy tarde al partido. Durante la primera mitad el equipo de La Línea literalmente no existió. En el apartado defensivo recuperó la debilidad que tanto le penalizó hasta diciembre. En ataque, nada se supo. Logró desesperar a los pocos que habían acudido al estadio. Que esa es otra. Cada vez son menos.

Frente a un enemigo invisible el Linares no necesitó una exhibición. Precisó sólo demostrar lo que es, un buen equipo de Segunda B, que cuenta arriba con jugadores desequilibrantes, de esos que no precisan llegar media docena de veces para hacer gol. En el 23' Luis Lara -de largo el mejor sobre el terreno de juego- encontró todo tipo de facilidades para dejar atrás con veneno y Chus Hevia hizo el 0-1.

En plena empanada de los de casa fue otra vez Luis Lara el que no encontró resistencia ni en Madrigal ni en Mario Gómez, se las ingenió para poner un centro largo en los pies de Casi, al que no vigilaba Bau. El once visitante no perdonó. Era el 0-2.

La Balompédica estaba literalmente rota. No es que hubiese espacio entre líneas, es que había un socavón. Para colmo Álex Rubio se había desconectado del encuentro, aunque suyo fue el primer disparo contra la meta de Cristian Arco. Habían transcurrido 38 minutos y el esférico se marchó directamente fuera. En el 42' Carlos Selfa lo intentó desde lejos. Desde muy lejos. Ése fue el único bagaje ofensivo de un equipo que perdía 0-2 en casa y que ofrecía un preocupante encefalograma deportivo plano.

El comienzo del segundo periodo fue desconcertante. Cobos dio entrada a Stoichkov pero a pesar del resultado, sacrificó al otro delantero, Álex Rubio. Fue la primera de sus decisiones importantes, porque el sanroqueño aportó mucho.

En el 50' Olmo cometió un penalti de primerizo... sobre Luis Lara. Todo estaba dispuesto en el estadio para que llegase el 0-3 y la paciencia de la grada se acabase. Todo invitaba a pensar que si se producía el tercer tanto, el descalabro podía ser mayúsculo, de esos con cuyas consecuencias no merece la pena ni especular ahora que se sabe que no se produjo. Pero Chus Hevia indultó a los de La Línea. Lanzó altísimo. Y lo que parecía ser una condena, acabó por transformarse en un tiro en el pie para un Linares que al ver a su nueve fallar empezó a sentir como le temblaban las piernas.

Fue entonces cuando la Balona apareció. En el 56' ya Maurí avisó con un disparo que se topó con un defensa.

Llegó la entrada del siempre cuestionado Canario, que puso su talento al servicio de algo que no había existido: el fútbol. Otra cosa es que lo de defender no vaya mucho con él. La Balona, más a ráfagas que con un manual preescrito, empezó a llegar.

En el 65' apareció Stoichkov, que condujo con pericia y la mandó al borde del área pequeña, donde Maurí, en una postura nada cómoda de cabeza, hizo el 1-2.

El conjunto visitante se quedó enredado en su miedo. En ese que produce tener un partido ganado y tener la certeza íntima de que se escapa. Hizo algún que otro escarceo, los más peligrosos por medio de Mario Martos, pero ni su golpe franco ni su intentona desde la línea de fondo consiguieron más objetivo que provocar incertidumbre.

En los diez finales la Balona se descosió. Buscó a Gato y encontró la vía de agua del enemigo. Dos veces lo intentó antes que en una tercera, con saque de banda de por medio, un pésimo despeje de Joselu pusiese el balón en los pies de Maurí, éste en los de Gato para que el granadino fijase el punto de mira y con un disparo cruzado provocase puede que no un estallido de júbilo, pero al menos un suspiro profundo en una afición que por primera vez y casi sin darse cuenta había comenzado a hablar de descenso.

Aun así el partido pudo escaparse... en un córner, que es para hacérselo mirar. Álvaro Vega le ganó la espalda a todo bicho viviente en el 94. y cabeceó franco, sin oposición, aunque justo donde estaba Óscar Santiago.

Un punto, sobre todo cuando la derrota estuvo tan cerca, siempre suena a mal menor, pero la Liga sigue avanzando y la Balompédica no se demuestra mejor que sus rivales directos. Pasearse por el alambre resulta entretenido mientras se mantiene el equilibrio, el problema, el verdadero problema, es si llega la caída. Y ayer estuvo muy cerca. Demasiado.

Óscar Santiago H

Bauti l

(Canario, 61') HH

Olmo l

Mario Gómez H

Luis Madrigal l

Juampe H

Ismael Chico H

(Rafa Navarro, 75') s.c.

Carlos Selfa H

Gato HH

Maurí H

Álex Rubio l

(Stoichkov, 46') HH

Cristian Arco H

Rosales H

Joselu l

Álvaro Vega HH

Gonzalo H

Cuerva H

Luis Lara HHH

Rueda s.c.

(Gámiz, 58') HH

Chus Hevia H

(Ian Glez. 76') s.c.

Mario Martos HH

Casi H

(Ismael, 87') s.c.

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