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Par-ti-da-zo

  • Balompédica y Granada B firman tablas en un duelo colosal, en el que ninguno merecía perder

  • El algecireño Tomás adelanta a los visitantes de penalti en el 17' e Ismael Chico reiguala el marcador en el 37'

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La Balona no obtuvo el certificado de su permanencia, pero el regusto que deja el partidazo que disputaron ayer los albinegros y el Granada B compensa de largo ese pelín de incertidumbre que queda en espera de que los números hagan su trabajo. Linenses y nazaríes escenificaron un choque sin ataduras, en el que cualquiera de los dos pudo ganar, impropio por su intensidad y por los destellos de calidad -sobre todo de los visitantes- de una categoría habitualmente tan rácana como esta Segunda B. Una jornada festiva a lo que ayudó un ambiente de gala, con más de cuatro mil almas en las gradas.

Pocas veces un empate deja tantas caras de satisfacción. Entre los de casa, por un lado porque el punto les acerca un poquito -quién sabe si incluso de manera definitiva- a ese objetivo de la permanencia matemática que tanto se está haciendo esperar. Y por otro, porque es insólito que en un encuentro de esta tercera categoría nacional sucedan tantas cosas. Era pecado capital despegar los ojos del césped, porque en contra de lo que sucede jornada tras jornada, en cadas instante había algo que merecía la pena observar. Un regalo para los ojos, que rezaba el tópico.

La puesta en escena del filial nazarí fue espectacular. Durante quince minutos con una presión alta cortocircuitó a una Balona que no era capaz de dar tres pases seguidos. Ya en el minuto cuatro Estupiñán -que lo raro no es que haya debutado en Primera, sino que haya regresado a Segunda B- obligó a Jesús Godino a hacer su primera parada de una tarde que el guardavallas haría bien en enmarcar. Hubo que esperar al 17. Un penalti, tan infantil como cierto, de Mario Gómez, permitió al algecireño Tomán Sánchez marcar desde el punto fatídico.

En ese momento, con el marcador en contra, a más de un balono no le llegaba la camisa al cuello y andaba ya buscando la aplicación de la calculadora en su móvil. Pero la Balona echó mano de corazón y de fútbol. Tomó el mando un Sergio Molina extraordinario, le habló al Granada B en su mismo idioma y a partir de ahí dominó el equipo de casa, que encontró la marcha que le había faltado, aunque sin hallar la clave para desquebrajar una defensa en la que destacaba sobremanera Pawel, que parecía incapaz de cometer un error.

Llegó el 37' y el propio Sergio Molina dio una asistencia de ésas que sólo pueden dar los que saben jugar a esto. Ismael Chico se incorporó desde atrás y a pesar de que David Robador trataba de achicarle los espacios, acertó con el marco con un rugido de satisfacción de la grada de esos que sólo acompañan a los goles importantes.

En los últimos instantes empezó el entretenido intercambio de golpes que se prolongaría durante la segunda mitad. Primero el pichichi Matheus (desaparecido casi siempre) remató mal en el 42' y dos más tarde Juampe estrelló un disparo preñado de mala leche en el poste.

Justo antes de que pitase el árbitro el tarifeño se asoció con Alfonso, pero el jerezano se encontró con el meta visitante.

La segunda parte, de principio a fin, fue espectacular. El Granada B llegó con más continuidad y la Balompédica montó media docena de contras letales. Cualquiera pudo ganar y hablar de resultado justo sería improcedente, porque el de ayer fue de esos partidos en lo que lo único merecido era que los dos equipos sumasen los tres puntos. Y eso no lo contempla el reglamento. Las tablas sólo son válidas porque hubiese resultado extremadamente cruel que uno de los dos hubiese regresado a la caseta con derrota.

Unos y otros se habían desabrochado y parecían hacerle ascos al empate. Era un partido sin pausas. Un montón de fútbol para el público. Un encuentro de esos que odian los entrenadores a los que a su vez odian los aficionados.

Las ocasiones se sucedieron. Estadísticamente alguna más para el Granada B. Pero tanto David Robador como Jesús Godino estuvieron sencillamente infranqueables. En porteros grandes. Sólidos. Una de las que hizo el de Guadiaro, posiblemente en una acción con fuera de juego incluido, no está al alcance de todos los porteros.

El pitido final dejó un sabor muy amargo. Y no por el punto, que dada la talla del rival es hasta bueno, sino porque más de uno hubiese agradecido que aquello continuase al menos hasta la hora del Clásico. El descenso directo ya queda lejos. La promoción está a una distancia prudencial. Y las cosas después de tanto fútbol se ven siempre de otra manera.

Godino HHH

Rafa Navarro H

Rulo l

Mario Gómez H

Joe HHH

Ismael Chico HH

Alfonso HHH

Juampe HH

(Maurí, 84') s.c.

Zamorano H

(Gato, 70') s.c.

Sergio Molina HHH

Stoichkov H

(F. Ferrón, 78') s.c.

David Robador HH

Antonio Marín H

Ismael H

Estupiñán HHH

Pawel HHH

Sulayman HH

(M. Cobos, 68') H

Jean Carlo H

(Suárez, 79') s.c.

Navarrete HH

Matheus l

Sergio Peña HHH

Tomás HH

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