El presidente del Algeciras, Manolo Ocaña, convocará hoy una asamblea extraordinaria de socios para la próxima semana en la que presentará su dimisión, lo que cree que se traducirá en el inmediato regreso del ex patrocinador Miguel Ángel Verdejo.

Ocaña mantuvo durante todo el día de ayer varias conversaciones con el abogado de Verdejo para explicarle sus intenciones y pactar el inmediato regreso del empresario, que tiene el respaldo de varios miembros de la actual directiva, entre ellos el vicepresidente, Manolo Pascual, que se perfila como nuevo máximo mandatario.

Ocaña, como presidente, y Verdejo, como patrocinador, desembarcaron juntos en el Algeciras a mediados de noviembre como conclusión a un proceso electoral originado por la marcha de la directiva de Alberto Tenorio y Carles Rebull. Sin embargo, después de tres semanas juntos, el dirigente entendió que el catalán de origen cordobés estaba incumpliendo sus compromisos económicos y forzó su salida.

Desde entonces Ocaña ha estado intentando encontrar ingresos que palíen la crisis económica de los algeciristas, pero sin éxito. La denuncia de la plantilla ante la AFE impide además que el club refuerze en el mercado de invierno al primer equipo, hundido en la cola de la clasificación del grupo IV de Segunda B.

Las críticas que un sector de la afición dedicó a Ocaña el pasado domingo han supuesto el detonante para que el dirigente lleve a cabo su antigua idea de marcharse y dejar paso a Verdejo, que ya había asegurado que sólo regresaría si se iba el presidente.

"A mí no me chillan más en el palco -explicó ayer el todavía presidente- No estoy dispuesto a aguantarle eso a nadie, porque yo soy muy mayor y todo el mundo me conoce como para que mi mujer y mis hijos tengan que soportar esto. A mí me buscaron para intentar arreglar al Algeciras y ahora me acusan de matar a la gallina de los huevos de oro, así que me voy y ya está", comentó.

"Con Verdejo no pasó nada, simplemente que no estábamos de acuerdo en algunas cosas y tuvo que apartarse. Ahora retomará el tema porque el tiene un dinero puesto en el club, eso no se lo niega nadie", continuó el presidente, que admitió que las deudas del club son tantas "que no hay quien lo resista". "No se deben grandes cantidades, pero sí muchas y eso hace que sea muy difícil trabajar, porque cualquier ingreso se va en un momento", finalizó.

Ocaña ya abrió una puerta a Verdejo el pasado 26 de diciembre cuando afirmó que estaba dispuesto a dejarle el club si se comprometía a cubrir las deudas. Anoche negociaban el relevo, que para el empresario pasa por garantizarse todo el poder de decisión para las personas desu equipo, que tuvieron que irse con él hace poco más de dos semanas.