Deportes

Jesús Navas, un héroe en el tiempo

Es el líder que hace historia en silencio. De la misma manera que ha pulverizado todos los récords de participaciones oficiales, con la misma naturalidad con la que deja en pañales las marcas de Pablo Blanco o Juan Arza en número de partidos defendiendo el escudo del Sevilla, en esta ocasión con un baño de oro en el diseño de la nueva camiseta para la final, Jesús Navas sigue dejando su estela en el tiempo.

El hábil extremo, o lateral, palaciego es el estandarte de este Sevilla. Único superviviente del último título conquistado, en el Nou Camp además con protagonismo directo, pues fue el autor del segundo gol con que aquel equipo que dirigía circunstancialmente Antonio Álvarez, vencía al Atlético. La leyenda del tiempo, como la pieza que Camarón de la Isla hizo célebre a finales de los 70, sigue viva en el Sevilla. El jugador que regresó del Manchester City el pasado verano no pierde la ilusión en esos ojos vivos azul celeste, casi felinos.

Jesús Navas es también el único que resiste en activo y en el Sevilla de aquel equipo que dejó helada a toda la España futbolística venciendo al Barcelona en una final. Fue en Mónaco, en el estadio Louis II, donde la Supercopa de Europa voló para Nervión en manos de un equipo imparable entonces. Eindhoven había pasado como un torbellino por los corazones sevillistas en mayo. Era el 25 de agosto y aquel Sevilla de Juande Ramos seguía y seguía. De Juande y de Puerta, de Kanoute, de Renato y Javi Navarro, de Palop y Luis Fabiano, también de Maresca, sustituto del palaciego en el minuto 75 y autor del 0-3 definitivo. Un escándalo en aquel ocaso ya del verano de 2006. Una tarde en la que la sombra de Puyol incapaz de perseguir a un emergente Antonio Puerta aún está en la memoria del sevillismo. Parece que fue ayer y Navas sigue presente con la misma expresión de niño travieso. Messi (palabras mayores) es el único que queda del once inicial de Rijkaard en aquella final. Iniesta era un recambio de lujo, un intento del holandés por evitar lo inevitable. Aquel día el manchego sustituya a Thiago Motta minutos antes de llegarse a la hora de partido. Hoy tiene toda la pinta de que va a jugar su última final de azulgrana.

Jesús Navas resiste. Si hay que levantar la Copa, es uno de los capitanes, pero no le corresponderá por estatus en escalafón de los mismos. Sí por méritos contraídos, por sevillismo mamado desde la infancia y por títulos sumados en su palmarés, dos Copas del Rey, dos Copas de la UEFA, una Supercopa de España y otra de Europa. Todo eso en el Sevilla. Un Mundial y una Eurocopa con España, y dos Copas de La Liga y una Premier con el Manchester City. Un palmarés de leyenda en un excelente futbolista.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios