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Guille Lara: la aventura continúa

  • El portero sanroqueño acaba su etapa de cuatro años en el FC Barcelona y busca nuevo destino

Guillermo Lara Ramos salió de casa con apenas 12 años para empreder una gran aventura que todavía vive con ilusión e intensidad. El sanroqueño dejó la cantera de Los Olivillos para marcharse al Real Betis. Después de tres años en Sevilla dio otro salto al fichar por el FC Barcelona, club que integró a Guille en la Nueva Masía. Cuatro temporadas después, tras haber sido convocado por la selección nacional cadete, haber jugado la Champions juvenil y haber entrenador con el primer equipo, tras cientos de experincias imborrables, el futbolista de San Roque busca nuevo destino para meterse de lleno en su carrera profesional.

"Estar en La Masía es una experiencia muy bonita que a cualquier niño le gustaría vivir", reconoce Guille, que tuvo el privilegio de pertenecer a la primera camada que estrenó las nuevas instalaciones de la cantera azulgrana. "Lo viví con mucha intensidad, ilusión y dando lo mejor de mí en cada mometo, es algo imborrable".

El sanroque relata lo complicado de sus comienzos, cuando tuvo que separar de su hogar y su familia. "Desde las 12 años fuera de casa ya", destaca. "El primer año me costó bastante en el Betis pero el club me atendió bien, muy cuidaron mucho y aún tengo relación con ms compañeros de aquellos tiempos. Poco a poco me empecé sintiendo cada vez mejor y al final te adaptas a todo tipo de situaciones", afirma.

"En Barcelona lo difícil fue volver a comenzar de cero y olvidar la etapa de Sevilla", admite. "Llegué en mi primer año cadete y firmé cuatro temporadas. Ahora se ha acabado el contrato y por ambas partes hemos decidido salir y yo buscar otras opciones que creo que son buenas", desvela.

Lara recuerda con cariño sus inicios. "En San Roque comencé desde prebenjamín, empecé jugando de central y me cambié en alevín de primer año. En infantil me fichó el Betis . Mi último año con Raúl Mena de entrenador fue mi mejor año, cuando subimos al equipo de Los Olivilos a Provinciales", subraya.

Sobre el hecho de haberse criado en dos canteras tan profesionales, Guille destaca el trato humano: "El Betis se interesó por mí, tuve que aprender mucho porque apenas llevaba un par de años de portero. Nos trataron con normalidad para que los pequeños no se suban por las nubes". "La competitividad era mayor en el Barça, era duro y teníamos que esforzarnos al máximo, fue un cambio brusco a nivel futbolístico", apunta. Eso sí, Lara dice que "el Barça cuida mucho a los canteranos y quiere que los de abajo estemos en contacto con los de arriba". De hecho, tuvo la suerte de trabajar con el cuadro de Luis Enrique. "Soy bastante amigo de Munir y él me ayudó mucho. Son increíbles, Xavi, Suárez muy cercano, Jordi Alba... todos son grandes jugadores y te envuelven con su buen rollo".

El sanroqueño representó a la selección nacional cadete. "Trabajé como nunca y al final tuve el premio que tanto deseaba, es un premio y estoy orgullloso de haber podido vestir esa camiseta", confiesa.

Lara está a punto de cerrar su futuro y no se cierra puertas. En sus últimas semanas en el Barça sonó con fuerza para el fútbol inglés. "Mi meta es ser feliz, jugar al fútbol y disfrutar sea donde sea", sentencia el sanroqueño, que tiene como ídolo a Víctor Valdés y como entrenadores de cabecera a Raúl Mena y Gabino. Y entre sus muchas manías, siempre se pone el guante izquierdo primero.

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