Deportes

Una Final Four aún mejorada

  • Con el bloque de 2015 los de Laso buscan la 'décima' en Estambul

  • Se repiten los duelos: CSKA-Olympiacos y Real Madrid-Fenerbahçe

La Final Four de la Euroliga de Estambul promete ser la mejor de la historia, con el Real Madrid, el CSKA Moscú, el Olympiacos y el Fenerbahçe como protagonistas, exactamente los mismos equipos y los mismos enfrentamientos, que en la edición de hace dos años celebrada en la capital de España. Un bis mejorado.

Como en 2015, el conjunto de Pablo Laso, entonces anfitrión, parte con el cartel de favorito junto con el CSKA en sus respectivas semifinales, ante el Fenerbahçe y el Olympiacos, respectivamente, por haber quedado por delante en la fase regular de la primera Euroliga de todos contra todos, pero el margen, en cualquier caso, parece tan estrecho que cualquiera puede ganar.

El CSKA-Olympiakos abre las semifinales a las 17:30; el Madrid-Fenerbahçe, a las 20:30

Un tercio de todos los títulos de la Copa de Europa los han ganado entre Real Madrid (nueve), CSKA (siete) y Olympiacos (tres): 19 sobre 59. Pero el conjunto turco, que todavía no se ha estrenado, juega como local y ya fue subcampeón el año pasado en Berlín. Dicho todo esto y que cualquiera puede ganar, el torneo promete el mejor baloncesto de Europa a la máxima presión y emoción.

El equipo de Pablo Laso afronta esta fase final con el aval de haber sido el campeón de la liga regular. El armazón del bloque con Rudy Fernández, Nocioni, Maciulis, Felipe Reyes, Ayón, Carroll y Llull permanece inalterado desde hace varias temporadas y ése es uno de sus puntos fuertes, porque se conocen a la perfección. Campeones todos hace dos años, el equipo buscará el décimo título en su quinta Final Four en los últimos siete años. La vieja guardia está reforzada con jugadores de calidad y probada eficacia como Randolph, Draper, Hunter, Thompkins y Taylor. Mención aparte merece la explosión de Doncic, que a sus 18 años recién cumplidos ha logrado minimizado la marcha de Sergio Rodríguez a la NBA.

Pablo Laso ha entendido como pocos esta primera temporada de la Euroliga con 30 encuentros de fase regular, manejando sus mimbres con mano firme, cumpliendo todos los objetivos marcados hasta el momento: título de la Copa del Rey, primer puesto en la Liga y en Euroliga y clasificación para esta Final Four. Y todo ello sin vaciar, aparentemente, el deposito de gasolina de un equipo que lleva ya 69 partidos oficiales en sus piernas y decenas de miles de kilómetros de desplazamientos.

Enfrente (a las 20:30), el equipo de Zeljko Obradovic, un club con potencial económico casi ilimitado, será un duro escollo. El club otomano ha dado un pasito por año para acercarse al título. En 2015, en Madrid, se asomó por primera vez a una Final Four -cayó ante el Real Madrid en semifinales por 96-87- y el año pasado dio otro paso: tras ganar al Baskonia en semifinales (88-77), se plantó en su primera final ante el CSKA Moscú, que se acabó imponiendo por 101-96.

No han faltado los euros o los dólares, o los dos, para que Obradovic haya ido moldeando una plantilla ganadora a su medida. Del equipo de hace dos años en Madrid sólo sobreviven Bogdan Bogdanovic, Vesely y el turco Mahmutoglu. Udoh, Pero Antic, Anthony Bennett, Sloukas, Nunnally, Kalinic, Bobby Dixon y Luigi Datome han llegado al calor de un poderío económico incuestionable y conforman un plantel temible que quizás no ha dado la altura real de sus posibilidades debido a las lesiones, pero que llega al momento clave en plenitud.

Ahora, a diferencia de lo ocurrido en Madrid hace dos años, el Fenerbahçe jugará de local y tendrá al público del Sinan Erdem Dome como sexto jugador.

Antes, a las 17:30, abrirán fuego el CSKA Moscú y e Olympiakos. El conjunto moscovita, segundo en la fase regular con sólo una derrota menos que el Real Madrid, es el vigente campeón y con mencionar a De Colo y Teodosic ya comienzan los sudores en el rival. Khryapa, por su parte, disputará su undécima Final a Cuatro, y por algo será. Los rusos, sin embargo, pese a ser habituales en las Final Four, no lo son tanto a la hora de celebrar títulos. Con catorce presencias en los últimos 15 años, el CSKA levantó los títulos en 2006, 2008 y 2016.

El Olympiacos griego es algo más que Spanoulis, aunque sea el verdadero motor de su equipo. La crisis económica cercenó de raíz las exuberantes y combativas plantillas que le permitieron ganar dos títulos seguidos (2012 y 2013), pero, aferrado a Spanoulis y con Printezis y Papanikolaou como escuderos, sigue siendo competitivo y peligroso.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios