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Esperpento al cuadrado (2-0)

  • La Balona repite su peor partido en el mismo escenario del curso pasado y cae sin presentar batalla

  • Los linenses se salvan en el primer tiempo, pero sucumben en la segunda mitad

La Real Balompédica Linense completó ayer su peor partido de la temporada. Eligió para ello el mismo escenario en el que hizo el ridículo el curso pasado, cuando cayó 5-1 a manos del Mérida. Esta vez la herida no llegó a tamañas dimensiones, pero la sensación con la que el puñado de aficionados balonos que viajaron a la capital extremeña salieron del estadio era muy similar a la de entonces. La Balona lleva dos partidos sin lanzar a puerta, ha perdido frescura, ha sumado un solo punto (cuatro de los últimos 15) y con solo ocho jornadas por delante está a seis puntos de la cuarta plaza en la que está ubicado el Extremadura. Una distancia que a estas alturas se antoja un mundo. Por si el partido no dejaba ya bastante malestar, hay que sumar las dos expulsiones en el tiempo añadido de Elías Pérez y Sergio Rodríguez, perfectamente evitables ambas. Eso y un cambio en el 86' con todo perdido para dar entrada al capitán Ismael Chico que provocó, como poco, miradas de incredulidad entre los hinchas visitantes.

De principio a fin el duelo fue un monólogo del Mérida, que no vio peligrar nunca su portería y que ya dispuso de oportunidades en el primer tiempo, del que la Balompédica salió indemne de auténtico milagro.

Los primeros minutos se cocinaron en la zona más ancha, sin ocasiones dignas de ver hueco en el bloc de notas. El Mérida fue la primera escuadra en asomar en un centro lejano de Iván Pérez que se fue lejos de los dominios de Alberto (6´).

Los pupilos de Julio Cobos seguían confinados contra las cuerdas de sus aposentos, aguantando el despertar algo más visceral de los blanquinegros, aunque sin llegar a cotas mayores. Iba siguiendo su curso el reloj de arena con una tropa local con más corazón y apretando bastante en cada salida del cuero balona. Volvió a la carga el once de Nafti con Germán peinando un centro quirúrgico de Santi Villa que solo sirvió para calentar las manoplas de Alberto (16´), la verdad. Seguía su presión el Mérida sin dejar traspasar el círculo central a los de Julio Cobos. Una buena triangulación entre Kiu, Germán y Aguilar culminó con un disparo raso del punta que astilló el palo diestro (20´). Primer susto de envergadura y las pulsaciones celestes ganando enteros.

Hubo que traspasar el ecuador de la primera entrega para bautizar la hoja de registros del cuadro linense. Un saque de falta botado por Sergio Molina se chocaba con la maraña de piernas de la zaga emeritense (24´). Volvió a sacudir el árbol el Mérida. Un tuya-mía entre Kike Pina y Santi Villa terminaba con la prodigiosa intervención del arquero celeste para enviar todo al garete (32´). El acoso y derribo local fue inmisericorde, pero los de Cobo seguían estoicos en su muralla y allíen sus domininos no se colaban más que uys y los corazones y gargantas del Romano rugían y rugían al borde de la campana. Todo se quedó con el marcador inaugural y todo pendiente del segundo episodio.

El Mérida no podía esperar más y salió en tromba en la segunda mitad. Con una velocidad de cien nudos y exhalando la circulación del objeto redondo en todas las jugadas. Kike Pina se desató las correas, aceleró como un misil por el lateral izquierdo y su recorte dentro del área aterrizaba en los borceguíes de Germán, que libre de marca, taladraba el arco de Alberto. Un premio justo a quien más lo mereció hasta ese momento ante un rival que no daba señales de vida en ataque.

Entró en el césped Juanmi Carrión, Sana se colocaba de center pero poco o nada deshizo el entuerto de juego e ideas en el que estaba sumido el once de La Línea. En los extremeños entraba Nana y el Mérida ganó en chispa y lo que fue peor, sin dejar ni siquiera pensar a los balonos, que no traspasaban la divisoria.

El único acercamiento celeste al arco romano fue un pase de Carrión que no supo conectar ningún compañero en las narices del arquero local (60´).

El cuadro romano bajó un poco su intensidad durante diez minutos y en ese intervalo llegaron los de Cobos al área rival, pero con más ruido que nueces y remates dignos de ser reseñados.

El Mérida buscaba con ahínco el segundo y no tardó en llegar. Una cabalgada letal y de velocidad terminal de Jokin Esparza por la derecha cocinaba un centro raso al corazón del área chica para que Iván Aguilar cazase con astucia el objeto redondo y sentenciase a los balonos con el segundo.

Con el partido ya sentenciado se produjeron las dos expulsiones, en las que los únicos culpables fueron los jugadores visitantes y ese cambio in extremis que se antojó sospechoso dando entrada al capitán en el minuto 86. El Mérida parece resucitar con Nafti y la Balompédica, que aún no tiene garantizada la salvación, ve como su sueño de auparse a una de las cuatro primeras plazas se difumina. Le queda ahora la pelea por intentar meter la cabeza en la próxima edición de la Copa.

Álex Lázaro sc

Iván Pérez H

Kike Pina H

(Godswill, 75') sc

Paco Aguza H

José Cruz H

Julio de Dios HH

Chema Mato HH

(I. Nana, 69') sc

Kiu H

Germán H

Iván Aguilar HH

Santi Villa HH

(Esparza, 65') sc

Alberto H

Sergio Rodríguez l

Luis Madrigal l

Olmo l

(Carrión, 59') H

Mario Gómez H

Sana l

Gato l

Elías Pérez l

Stoichkov l

Sergio Molina l

(I. Chico, 86') sc

Juampe l

(Maurí, 49') l

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