polideportivo

"Entrenar más no es hacerlo mejor"

  • El experto en medicina deportiva Aaron Coutts participó en un congreso en la UPO donde habló sobre fatiga mental y avisó de los riesgos del uso de los numerosos datos en el deporte de élite.

El doctor Aaron Coutts, durante la presentación de su ponencia en la Universidad Pablo de Olavide.

El doctor Aaron Coutts, durante la presentación de su ponencia en la Universidad Pablo de Olavide. / m. g.

Entrenadores hay de todos los colores, pero pocos son quienes no hayan sucumbido a un cierto método de preparación. Unos potencian la táctica; otros, la estrategia y hasta los hay que basan las sesiones en la retórica o aun en la fe; sin embargo, a todos ha contagiado las marcas de la nueva era y no hay club de alta competición que prescinda de una miríada de expertos en los cuerpos técnicos. Las nuevas tecnologías y el avance científico lo han transformado todo. El trabajo es ingente. La medición, las curvas, los diagramas, el ensayo y el error son términos de uso común en cualquier entrenamiento. La meta es la obtención del mayor número de datos de los deportistas para mejorar su rendimiento.

Como en otras facetas de la vida, el deporte se encuentra en un punto de inflexión. Es lo que piensa Aaron Coutts, profesor en Ciencias del Ejercicio y del Deporte en la Universidad de Tecnología de Sidney (Australia). "Que podamos cuantificarlo y analizarlo todo es un desafío", afirma este fisiólogo que, como todos los cuerpos técnicos de clubes, dispone cada día de miles de datos físicos y fisiológicos de los deportistas. "Hasta hace poco no había sido posible medir tantos aspectos de los entrenamientos y del rendimiento", dice Coutts, quien ha estado en Sevilla participando en el Congreso Internacional de Deportes de Equipo (ICTS) celebrado hasta el pasado sábado en la Universidad Pablo de Olavide.

Números, operaciones, resultados... Que los entrenadores dispongan de esa infinitud de datos no siempre está acompañado de buenos resultados. Es más, no tiene nada que ver. "Más no es siempre mejor", advierte Coutts. La situación de la ciencia y las nuevas tecnologías aplicadas al deporte de élite requieren lo mismo que en otros campos. "Es uno de los grandes retos. Podemos medir numerosos aspectos de los entrenamientos, de la recuperación y del rendimiento. Hay datos de todo y para todo, pero es preciso discernir la señal entre tanto ruido".

Las dificultades de la saturación de datos que encuentra Coutts, a quien ahora le esperaban unas 36 horas de viaje de vuelta a Sidney, no sólo están motivadas por su cantidad, innumerable, sino por las implicaciones que supone conocer el exacto estado fisiológico de cada deportista, lo que acarrea derivadas éticas. Es la intimidad de una persona lo que se estudia. Para eso es importante la formación. "La gente debe ser la adecuada que asegure la realización de prácticas éticas, seguras y basadas en las evidencia", explica este científico del deporte, para quien los datos, al cabo, deberían ser usados como mera "información de respaldo" en el entrenamiento. "Lo que no puede ser es que el perro sea el que pasee a su amo", comenta.

Coutts es optimista con los nuevos tiempos, los de la multiplicación de medidores, mediadores y registradores y, cómo no, los del ruido. La combinación de las nuevas tecnologías con la aparición de profesionales mejor preparados, defiende, contribuirá a mejorar el deporte mediante el diseño de mejores entrenamientos y la formación de atletas más sanos. ¿Más altos, más fuertes y más rápidos, más que nunca? "Aunque no sea fácil, el objetivo del deporte es mejorar constantemente, pero entrenar más no siempre es la mejor forma de hacerlo", dice Coutts, quien considera crucial el entrenamiento individualizado en los equipos como paso previo de la mejoría de los rendimientos y, en paralelo, al estudio de la prevención de lesiones.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios