ALGECIRAS CF - ARCOS CF

Desesperante (1-1)

  • El Algeciras se atraganta y no pasa del empate ante un rival aguerrido que juega toda la segunda parte con uno menos

  • Antonio marca con polémica y Tano iguala de penalti

  • Los de Asián, terceros a pesar de todo

El Algeciras se ha empeñado en llevar a su afición hasta los límites de la desesperación. Lo de ayer se puede describir de muchas maneras, pero las caras de los algeciristas (cada vez menos en las gradas) lo dicen todo. El equipo de José Antonio Asián no fue capaz de pasar del empate ante el Arcos, un conjunto aguerrido que vino a dejarse la piel (como debe ser), aguantó con uno menos toda la segunda parte y se llevó el partido a su trinchera. Que sí, que los visitantes perdieron tiempo descaradamente y que el árbitro fue un desastre, pero los albirrojos evidenciaron una vez más una tremenda carencia en ataque y un bloqueo mental preocupante.

El Algeciras no supo meterle mano a un rival en inferioridad numérica durante más de 45 minutos en el Nuevo Mirador. El Algeciras, que se supone que quiere jugar una fase de ascenso a Segunda B, no se puso el cuchillo entre los dientes hasta que su adversario le dio un par de mordiscos grandes. El Algeciras, que empató con un claro penalti, apenas tiró entre los tres palos ni con dos presuntos delanteros. El Algeciras echó muchísimo en falta el carácter de los que no estaban. Y todos esos condicionantes juntos hacen que sea muy difícil ganar un partido en el barro de la Tercera división.

Los albirrojos, que acumulan dos empates seguidos, mantienen la tercera plaza gracias a los arrestos que la UD Los Barrios echó en Sanlúcar para arrancar una igualada. Sin embargo, la segunda plaza se evapora después de que el Ceuta se haya lanzado a por el liderato de un Cádiz B que flaquea. Lo mejor para los intereses del Algeciras es que el quinto está a seis puntos, al menos hasta que la Lebrijana dispute el partido que tiene pendiente.

El temporal se marchó de los cielos de La Menacha pero ni por ésas el Nuevo Mirador registró una entrada medio decente. Parece claro que el fútbol modesto tiene que reinventarse si no quiere quedar enterrado bajo el peso de las televisiones. El Algeciras salió con un once más o menos esperado, con Salas de central y Oñate desplazado al lateral derecho, y Albertito por Iván. El capitán y Máiquez estaban sancionados y Berlanga sigue lesionado. Sin estos tres, este equipo pierde gran parte de su alma.

El Arcos saltó como un tiro y Romero evitó el gol en el minuto 9 en un disparo a bocajarro del exalbirrojo Narváez. Primer despiste, primer aviso. El segundo toque llegó al cuarto de hora tras un cúmulo de infortunios (incluido un tropiezo entre Salas y Ernesto) que propició una contra de Antonio Sánchez. El delantero tantas veces pretendido por el Algeciras partió en un más que presumible fuera de juego que levantó el clamor de las gradas. El ariete se perfiló ante Romero y clavó su disparo en el 0-1.

El estadio se encendió minuto a minuto con la actuación del colegiado Gutiérrez Perera y sus asistentes. Los ánimos se caldearon también sobre el césped con algunas entradas fuera de tono y bastante teatrillo por parte de los futbolistas del conjunto arcense, que era mejor cuando tenía el balón. Así, hasta que Tano y Mané empezaron a poner algo de templanza en el centro del campo y pasada la medira hora los de Asián dieron a luz una contra de Moussa que acabó con un claro penalti sobre el malí. Tano ejecutó para igualar en el 32'.

Parecía que el Algeciras retomaba cierta tranquilidad aunque sólo se movía por chispazos y fallaba el último pase, ése que tiene que permitir un disparo a portería. Justo antes del descanso, la tensión se volvió a desbordar y el visitante Mariño vio la segunda amarilla y fue expulsado.

Con este panorama, el Algeciras inició un segundo tiempo llamado a ser totalmente diferente. El Arcos de Mariano se resguardó las espaldas pero no bajó el listón de la intensidad. Los blancos, como era de esperar, comenzaron a jugar con el reloj una y otra vez. El otro fútbol.

El equipo albirrojo, muy lento en la circulación del balón, sólo encontró una vía de agua por el carril de Moussa, lo mejor que le ha pasado al Algeciras desde que empezó 2018, pero tampoco se puede pretender que el malí sea la solución cada jornada. Igual que Tano se dejó ver con ganas, Albertito continúa desaparecido en combate y arriba completó los 90 y tantos minutos Ito sin un solo acercamiento. Asián metió en el último cuarto de hora a Damián Solferino, al que muchos se preguntan para qué ha cruzado el Charco si ni siquiera se le dan dos partidos seguidos mientras que el que no valía los marca a pares en un rival directo.

El segundo periodo se consumió en medio de una desesperación avivada por las continuas interrupciones y un regusto final de decepción.

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