El Pastores hincó la rodilla ayer ante una Olímpica Valverdeña muy superior. Los algecireños dejaron escapar tres puntos de casa y una nueva oportunidad para recortar distancia con la salvación, ante un rival que se adueñó del partido muy pronto y mereció con creces el triunfo. Dos chispazos de Cassiano retrataron las dos caras de la moneda: la cara de la Olímpica y la cruz del Pastores.

El delantero valverdeño encendió el encuentro a las primeras de cambio. A los cuatro minutos se fabricó el 0-1 dejando fríos a los de casa. El equipo blanquiazul trató de reponerse al mazazo, buscó la reacción pero cuando se estaba asentando en el maltrecho césped de La Unión sufrió el 0-2. Una desafortunada jugada acabó con un autogol del zaguero Diego pasada la media hora (37').

Ventura, técnico local, movió el banquillo en la reanudación pero la Olímpica evitó cualquier conato de respuesta. De nuevo apareció Cassiano. El punta se sacó un golazo de la chistera para finiquitar la contienda en el minuto 55'. De ahí al final, poco más. Pudo caerle algún tanto más al equipo de casa, con más corazón que cabeza, y sobró alguna que otra patada. Los valverdeños se meten de lleno en la pelea por las posiciones altas y los algecireños siguen metidos en el pozo hasta el cuello.