Con todas las miradas centradas en él, Usain Bolt afronta mañana su búsqueda del título de 200 metros del Mundial de atletismo de Daegu, después de su descalificación por salida nula en los 100. El domingo, abandonó el estadio enfadado y sin querer hacer declaraciones, pero un día más tarde afirmó que estaba centrado en los 200 metros y en no decepcionar allí. "No es tiempo para lamentarse por lo pasado porque hay más objetivos por delante. Tengo que volver a centrarme y estar preparado para el viernes. Después tengo el relevo 4x100 y otras carreras antes del final de la temporada", subrayó el jamaicano.

En la pugna por el título no estarán Yohan Blake, el nuevo rey de los 100 metros, que no participó en esta distancia en las eliminatorias de Jamaica. Tampoco Tyson Gay o Asafa Powell, aunque sí Alonso Edwards, que fue plata en Berlín y cuyo deseo es volver a subir al podio. "Mi idea es poder pelear por las medallas, como ya hice hace dos años", dijo el panameño. El resto de rivales de Bolt son el estadounidense Walter Dix, segundo en la final del hectómetro el domingo, el francés Christophe Lemaitre, cuarto, y Kim Collins. Dix parece el más fuerte, aunque todos esperan ver a Bolt, espoleado esta vez por el ánimo de revancha, superando a todos con sus zancadas y ganando con superioridad. El oro del 200 es el primero que sumaría en Corea, antes de afrontar con el equipo jamaicano el relevo 4x100 metros.

El mundo mira a Bolt y Bolt mira al mundo, pero al mismo nivel, ya que por primera vez demostró ser mortal y capaz de equivocarse. Pero el relámpago quiere escapar cuanto antes de su propia tormenta.