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Balona, que viene el coco

  • El UCAM llega el domingo a La Línea como segundo clasificado y mejor visitante del grupo pero rodeado de críticas en sus tres últimos duelos

  • La plantilla, cuajada de ex de Segunda

Una formación del UCAM.

Una formación del UCAM. / e.s.

El UCAM de Murcia desembarca el próximo domingo (17:00) en La Línea como segundo clasificado del grupo IV de Segunda B, pero ni su entorno ni los medios de comunicación tienen la sensación de que esté respondiendo aún a las expectativas. El conjunto universitario -el único recién descendido que compite esta temporada con la Balompédica- afronta el duelo en el Municipal después de perder en la Ciudad Deportiva del Betis y de derrotar in extremis (con un gol en el 88') al colista Lorca, además de ofrecer un nivel de juego nada acorde con su presupuesto.

Por el contrario destaca el dato de que el UCAM es el mejor equipo como visitante del grupo, con nueve puntos en cuatro desplazamientos después de haber vencido en sus visitas al actual líder Granada B (0-1), al Jumilla (1-2) y en el derbi con el Real Murcia (1-2) y de su inesperado revés ante el Betis Deportivo (1-0).

Después del traumático descenso consumado en Tarragona, el presidente, José Luis Mendoza, afrontó una profunda reestructuración del plantel porque la entidad necesita regresar cuanto antes a la categoría de plata para no perder algunos de los derechos administrativos ya alcanzados.

Con ese precepto el conjunto murciano sólo cuenta con tres jugadores del pasado curso, que son los defensas y capitanes Fran Pérez y Juan Francisco Góngora, más el centrocampista Kitoko, amén de dos jugadores que regresaron a la entidad después de haber sido objeto de cesiones, el central Dani Pérez (Toledo) y el extremo Isi Ros (que cuajó una extraordinaria temporada en el Cartagena) y de un futbolista que sube desde el filial, el zaguero cartagenero Javi Fernández.

A ese grupo se han sumado la friolera de quince fichajes, casi todos procedentes de equipos de la Segunda división o de conjuntos muy relevantes de la categoría de bronce.

Basta ver la pareja de porteros con la que cuenta el UCAM. El titular, Germán, llegó procedente del Elche después de haber pasado por Girona o Espanyol. El hasta ahora suplente, Pol Ballesté, llega de la mano del preparador procedente del Granada B en el que a su vez había aterrizado procedente del Cádiz.

El hasta ahora máximo realizador, Alberto Quiles perteneció el pasado curso al Córdoba de Segunda (aunque tuvo escasa presencia, todo hay que decirlo) y en ese mismo grupo de delanteros destaca Arturo (sobrino del escritos Pérez Reverte) quien además de militar en varios equipos de Segunda en La Línea ya se le ha visto golear con las camisetas de La Roda o el Cartagena e incluso Urko Arroyo (Lorca FC, Lleida y Real Jaén).

Otros jugadores a tener en cuenta son el hermano del centrocampista del Atlético de Madrid Saúl Ñíguez, Jony (Alcoyano... Guadalajara, Alcorcón) que fue el autor del tanto salvador de la última jornada y, llegados desde la división superior, David López (que el curso pasado jugó en el Huesca) o Carlos Moreno (Mirandés).

Al frente de ese auténtico equipazo se encuentra un entrenador joven, Lluís Planagumá, de 37 años, con experiencia en filiales exigentes como el del Villarreal, Espanyol o Granada de Segunda división B.

Planagumá trata de aprovechar el buen nivel técnico del plantel, que pone en escena un fútbol asociativo con rápidas transiciones, al que adereza con un excelente control del juego aéreo, que ya le ha permitido anotar tres de sus nueve goles en jugadas que nacieron directamente en el saque de esquina.

Precisamente con Planagumá en el banquillo se puso ver el mejor partido del pasado curso en el Municipal, el que enfrentó a la Balona con el Granada B en la jornada 35 y que terminó con empate a un tanto. "Par-ti-da-zo" tituló este periódico.

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