ciclismo vuelta a españa

'Ave' Dennis, los derrotados te saludan

  • El australiano del BMC se convierte en el primer líder tras la contrarreloj por equipos

  • El Sky de Froome asesta el primer golpe

Los ciclistas del BMC, durante la disputa de la contrarreloj por equipos en Nimes.

Los ciclistas del BMC, durante la disputa de la contrarreloj por equipos en Nimes. / Javier Lizón / efe

Rohan Dennis tuvo el honor de estrenar el primer maillot rojo de la Vuelta a España 2017, merced al triunfo del BMC en la contrarreloj por equipos disputada en Nimes (Francia), que tuvo un recorrido de 13,7 kilómetros y tras la cual Chris Froome (Sky) empezó arañando tiempo a todos sus rivales directos.

En un monumental y peligroso recorrido plagado de curvas, el BMC fue capaz de volar por las calles de Nimes, marcando el mejor tiempo de los 22 equipos participantes: 15.58 minutos. De hecho, fue el único que bajó de los 16.

El BMC aventajó en seis segundos al Quick-Step y al Sunweb, y en nueve al Sky

El BMC aventajó en seis segundos al Quick-Step y al Sunweb, empatados, y en nueve al Sky de Froome, que entró con el cupo mínimo de cinco corredores, pero con ventaja apreciable sobre algunos de sus rivales directos, por lo que el cuatro veces ganador del Tour de Francia empezó con buen pie la Vuelta.

El británico asestó el primer golpe a las primeras de cambio. Un primer arañazo de ocho segundos a Esteban Chaves, Simon y Adam Yates (Orica), que salvaron los muebles. A partir de ahí, las diferencias ya fueron apreciables.

Vincenzo Nibali se dejó con el Bahrain 22 segundos; Alberto Contador y su Trek, 26; Fabio Aru (Astana), 32; y Romain Bardet (Agr2) un golpe de 37. Mirando el Tour, hay que tener en cuenta estas diferencias, y Froome comenzó marcando territorio.

Un recorrido monumental para abrir la Vuelta 2017. Tras un minuto de silencio en memoria de las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils empezaron a salir los equipos desde La Maison Caree, un templo romano consagrado al culto imperial.

Una rampa de lanzamiento para callejear por el casco antiguo de la antigua Nemausus hasta la meta instalada junto al anfiteatro de Las Arenas, atravesado por una línea de asfalto.

Por un lado entraron los nuevos gladiadores del ciclismo con sus máquinas de fibra de carbono, y por otra salieron para deleite del público, muy diferente respecto a aquel de hace 2.000 años que disfrutaba con los combates a muerte entre los luchadores.

Los equipos iban llegando uno tras otro. Hubo precaución por las innumerables curvas: 11 en 90 grados, una en U, dos en S y dos estrechas al final. Se trataba de no perder la Vuelta a las primeras de cambio, como a algunos les pasó en el Tour. Pero en el riesgo también está la virtud.

Hubo caídas, y muchas, desde bien temprano, pues algunos corredores, como David de la Cruz (Quick-Step), probaron el asfalto en la inspección del circuito. En carrera, el Lotto Jumbo fue especialmente castigado, con tres hombres dañados, al igual que el Movistar, que descolgó a Jorge Arcas tras irse al suelo.

El primer tiempo a tener en cuenta lo marcó el Sunweb de Warren Barguil, con 16,04, quien superó por décimas al Quick-Step. Pero faltaban por llegar las locomotoras. La primera de ellas fue la definitiva. El BMC estaba entre los favoritos, e impulsado por Dennis, imparable, se puso en cabeza para irse ya al podio directamente.

El Sky no fue capaz de desbancar a los hombres de Dennis, campeón australiano de contrarreloj. Un gladiador del asfalto junto a la arena del anfiteatro, el emperador de Nimes que vestirá de rojo en el inicio de la segunda etapa de la Vuelta. Ave Dennis, los derrotados te saludan.

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