Campo de Gibraltar

Las primeras guardias civiles

  • La mujer llegó a la Benemérita con la disolución de los Carabineros, en 1940

María Mateo, Lucía Díez y Margarita Sánchez, tres de las antiguas matronas de la Guardia Civil.

María Mateo, Lucía Díez y Margarita Sánchez, tres de las antiguas matronas de la Guardia Civil. / e. s.

La Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras prepara una serie de actos para homenajear a las mujeres que trabajaron en el Instituto Armado como matronas, encargadas de las inspecciones femeninas contra el contrabando en los recintos portuarios, fronteras y la Verja de Gibraltar. El cuerpo de matronas de la Guardia Civil, que estuvo operativo hasta 1990, supuso la primera forma de incorporación de la mujer a la Benemérita.

El origen de este peculiar servicio se remonta al año 1860 cuando se crearon las primeras nueve plazas en el cuerpo de Carabineros, que tenía como principal misión la prevención del contrabando. Su número fue ampliándose durante los años siguientes para cubrir los principales puertos y puestos fronterizos, encargándose de reconocer a las mujeres que intentaban entrar en territorio español con objetos de contrabando ocultos entre sus ropas o en sus cuerpos. Al desaparecer el cuerpo de Carabineros en 1940 y asumir la Guardia Civil las misiones de vigilancia y control de puertos, costas y fronteras, las matronas pasaron a integrase en la Benemérita, desempeñando las mismas funciones que venían realizando pero vistiendo ya el uniforme del Instituto Armado.

Las matronas se encargaban de las inspecciones femeninas contra el contrabando

En 1950 se aprobó su propio reglamento para el reclutamiento, disciplina y servicios, donde se establecía que para ingresar debían tener entre 25 y 45 años de edad y ser viudas o huérfanas del cuerpo.

En 1987 se convocaron por primera vez pruebas selectivas de acceso libre para ingreso como matronas de la Guardia Civil, por lo que su procedencia fue muy variada. Al año siguiente se aprobó el ingreso de la mujer en las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, lo que terminó provocando que en 1990 se dispusiera que dejaran de prestar su servicio peculiar en puertos y fronteras.

Las matronas pasaron entonces hasta su retiro a las oficinas de la Comandancia y zonas como funcionarios civiles de la Administración del Estado.

Dado que la Comandancia de Algeciras es la única heredera directa que queda actualmente de las antiguas comandancias del desaparecido cuerpo de Carabineros, así como la que tenía mayor número de matronas en servicios en Algeciras, Tarifa y La Línea de la Concepción, está previsto rendir un homenaje en los próximos meses a este colectivo.

El coronel Jesús Narciso Núñez, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras, se ha reunido con una representación de las antiguas matronas de la Guardia Civil que prestaron su servicio hace años en la comarca. María Mateo Jiménez, Lucía Díez González y Margarita Sánchez Baz despacharon junto a otros mandos para preparar las actividades.

Consistirán en un homenaje, una exposición sobre este particular servicio de la Guardia Civil y una conferencia para resaltar la llegada de la mujer al Instituto Armado.

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