La Consejería de Fomento y Vivienda presentará mañana lunes a la junta rectora del Parque Natural del Estrecho la propuesta de intervención en relación a la duna de Valdevaqueros. Se pretende dar una solución definitiva a los problemas de acceso a Paloma Baja.

Tras descartar todas las opciones, la decisión, anunciada a finales de junio por la Junta de Andalucía, es construir una carretera. Se trata de una vía alternativa a la actual, la A-2325, que conduce al poblado.

La nueva carretera se proyecta a 200 metros de la A-2325 hacia el oesteEl informe Losada deja claro que las infraestructuras no mejoran el problema

La empresa Peyco ha realizado un informe en el que barajan dos alternativas de carretera, la primera más cercana a la duna y a la vía actual, la A-2325 -a 200 metros hacia el oeste-, que es la elegida y una segunda, más alejada -280 metros al oeste-, la cual fue inicialmente propuesta por el Servicio de Carreteras de la Delegación Territorial de Fomento y Vivienda.

La opción 1 y definitiva consta de dos obras inferiores para drenaje transversal en zonas de relleno, adaptadas para el paso de fauna. Esta alternativa tiene otras ventajas adicionales, como que el propio tramo serviría como cortafuegos o vía de intervención ante un posible incendio, disminuyendo riesgos y elevando el valor cualitativo de esta solución respecto a su incidencia ambiental.

Mejoraría además los accesos al parque natural, tanto para su uso y disfrute del mismo como para la realización de labores de mantenimiento (tratamiento selvícolas en general). El informe señala que adicionalmente, se podría disponer de un mirador -convenientemente situado y delimitado- con el fin de potenciar el uso y disfrute del área y del paisaje.

La opción 2, más alejada de la duna supone mantener la carretera en el lugar actual pero protegerla mediante una estructura tipo falso túnel, permitiendo así que la arena pase por encima. De esta manera, no se impediría el avance de la duna pero se alteraría artificialmente su entorno natural interponiendo una barrera que la haría crecer en altura y que potenciaría su avance. Adicionalmente, se afectaría el entorno actual de la carretera, y su coste resultaría notablemente alto. Por lo que se descarta.

El informe concluye que la alternativa 1 resuelve razonablemente bien el problema y su periodo de vida útil es suficientemente amplio, pero reconoce que no hay ninguna alternativa "realmente buena o muy buena", ya que ninguna de las opciones estudiadas resuelve el problema de forma integral o completamente satisfactoria. Tiene unos costes asumibles y sus afecciones no son compatibles. La alternativa con falso túnel, aunque parece apropiada tendría afecciones sobre el paisaje y el uso y disfrute del área y su accesibilidad, pudiendo terminar siendo incluso perjudicial para el entorno al facilitar el crecimiento de la duna. Además, requiere unos costes de inversión y mantenimiento tan elevado que resultarían injustificados e inasumibles. La asociación ecologista Agaden criticó el informe al considerar que le falta rigor científico para justificar una carretera y anunciaron que votarán en contra en la junta rectora.

Los ecologistas sostienen que en el análisis ambiental no se habla de la fauna y se obvia totalmente la flora. "En definitiva es una propuesta bastante pobre. Es necesario tener visión global y dar una solución permanente, no parches", indican.

Agaden señala que se ha perdido el tiempo durante cinco años y aclara que no se ha tenido en cuenta el informe Losada, que aunque mencionaba estas infraestructuras, las descartaba.

En su estudio, el catedrático hablaba de estas carreteras. Una era la construcción de un falso túnel o de un nuevo trazado de la carretera actual (la opción elegida).

Losada señala que aunque las dos resuelven el problema del tráfico rodado a lo largo del año, apunta que desde el punto de vista de avance y destrucción del paisaje boscoso, el resultado es el mismo que el de la alternativa de no hacer nada. "Ninguna de las dos alternativas mejora los problemas ambientales y morfológicos de las Playas de Valdevaqueros, los Lances y Tarifa", concluye.

Tampoco los vecinos de Paloma Baja se muestran muy contentos con la propuesta decidida por la administración. Ellos también tienen voz en la junta rectora del parque.

Si la propuesta se aprueba, que todo indica que será así, por que las administraciones -de acuerdo con la solución- tienen mayoría en la junta rectora, ser procederá a su tramitación administrativa. Mientras se hace efectiva, la Consejería seguirá actuando en la zona cuando sea necesario para paliar los efectos del movimiento de la duna.