Después de la tormenta siempre llega la calma y finalmente la inmensa mayoría de magrebíes que debido al fuerte temporal de levante esperaban en el puerto de Algeciras para cruzar el Estrecho en dirección a su país de origen podrán celebrar hoy la Fiesta del Cordero. Y es que las conexiones marítimas con Tánger y Ceuta fueron restableciéndose durante la jornada de ayer a medida que las condiciones meteorológicas iban mejorando.

Según informaron fuentes portuarias, tres navieras que operan en la línea con Ceuta decidieron por la tarde realizar salidas con los fast ferrys (barcos rápidos que en condiciones normales realizan la travesía en 45 minutos) Alborán, Avemar y Jaume I. Además a las 17.10 horas salió hacia Ceuta el ferry extraordinario Euroferrys Atlántica (que habitualmente hace la línea con Tánger), y desde Ceuta, llegó también en viaje extraordinario, el ferry Las Palmas de Gran Canaria, que sufrió una avería el miércoles a su llegada al puerto ceutí, "fruto de navegar en esas condiciones de riesgo", informó el subdelegado del Gobierno en la provincia de Cádiz, Sebastián Saucedo. Ante este hecho se habilitó el buque Atlas -de la naviera IMTC- para cubrir la ruta hacia la ciudad autónoma.

El primer viaje extraordinario del Euroferrys Atlántica y Las Palmas de Gran Canarias, permitió evacuar a 850 pasajeros de Algeciras y 600 en Ceuta, según los datos facilitados por el diputado socialista Salvador de la Encina.

En la línea con Tánger por la tarde se incorporaron los ferrys Sara I, Boughaz y Al Mansour, además de los convencionales que ya estaban operando.

Conforme estos buques iban efectuando sus salidas las instalaciones del Puerto de la Bahía de Algeciras se iban descongestionando. Así, de forma progresiva, se iban vaciando las parcelas habilitadas para la espera y el descanso de los viajeros dentro del dispositivo similar a la Operación Paso del Estrecho (OPE) que la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) y Protección Civil activaron el pasado viernes y que se mantendrá hasta las 22.00 horas del próximo día 1 de enero.

Antes del inicio de las salidas de los ferrys, a primeras horas de la tarde, aún se acumulaban en el puerto unos 3.000 vehículos. A pesar de la suspensión de las salidas hacia Ceuta las navieras decretaron el miércoles la intercambiabilidad total de billetes para tratar de despejar el recinto portuario. Esta medida no fue suficiente para los miles de pasajeros que esperaban impacientes para embarcar y al medio día de ayer volvieron a protagonizar acciones de protesta similares a las del miércoles.

Sobre este tipo de actuaciones, el presidente de la APBA, Manuel Morón, reconoció ayer en rueda de prensa la dificultad de apaciguar a tan elevado número de personas "cuando se produce esa impaciencia". Señaló que esos actos sólo empeoran aún más la fluidez de los embarques.

Para controlar los momentos de tensión, la APBA y el Gobierno desplegaron un amplio dispositivo de seguridad. La institución portuaria movilizó a 44 policías portuarios por turno, 50 auxiliares, personal de información y de conservación y mantenimiento; la Guardia Civil a 60 efectivos del Grupo Rural de Seguridad (GRS); dos subgrupos de la Unidad de Intervención de la Policía Nacional, más 150 efectivos disponibles; y la Policía Local que reguló el tráfico en la ciudad.

Saucedo reconoció el esfuerzo realizado por las instituciones implicadas para coordinarse en esta situación "de fuerza mayor". Destacó también la colaboración del Consulado de Marruecos. Sobre las quejas de los viajeros por falta de información, el subdelegado del Gobierno en el Campo de Gibraltar, José Andrés Hoyo, dijo que se ofreció información "real" por megafonía para no crear "falsas esperanzas".