Campo de Gibraltar

Los mecánicos que servían a los narcos

  • Cae en Málaga una banda criminal ”altamente especializada” que robaba en menos de un minuto todoterrenos de lujo y los vendía por encargo a traficantes del Campo de Gibraltar

Tenían capacidad suficiente para robar todoterrenos de lujo con avanzados sistemas de seguridad en menos de un minuto. Se servían así de los conocimientos de electrónica y mecánica que algunos de ellos habían adquirido en Bulgaria, su país de origen. Una vez sustraídos, dejaban enfriar los vehículos entre 24 y 48 horas, como se conoce en el argot al hecho de ocultarlos, para garantizarse que los GPS quedaban inutilizados. En palabras del comisario provincial de Málaga de la Policía Nacional, Francisco López Canedo, realizaban “registros muy minuciosos para encontrar dispositivos e inhibidores para evitar ser detectados”. A renglón seguido, los trasladaban a garajes de Madrid, donde procedían, presuntamente, a manipular los elementos identificativos para entregarlos a narcotraficantes en el Campo de Gibraltar. Allí servirían para transportar alijos de drogas.

Todos los miembros de la red criminal que la Policía Nacional ha desarticulado –hasta ahora seis hombres y una mujer, a los que les constan antecedentes por hechos similares– ya han ingresado en prisión. Una banda que el comisario principal tildó ayer de “muy potente y especializada” y que puso sobre la pista a los investigadores el pasado mes de octubre, cuando se registró un repunte del robo de automóviles de alta gama –Toyota, Audi, BMW y Range Rover entre otros– tanto en la Costa del Sol como en Sevilla y Madrid.Cada miembro del grupo, al que se le atribuye 19 robos y que operaba, según las indagaciones, desde el año 2003, tenía distribuidos los roles. Las pesquisas permitieron averiguar que el supuesto líder del grupo se alojaba en una casa de Benajarafe, propiedad de sus suegros, cuando se desplazaba a Málaga. En ese inmueble, donde ocultaba herramientas y aparatos de última generación, fue detenido.

Cada tarde se dedicaba, supuestamente, a localizar los todoterrenos de lujo que previamente habían seleccionado los ojeadores, los encargados de una “intensa actividad de búsqueda” en zonas residenciales de Marbella, Fuengirola y Torremolinos, entre otras. Un experto dirigía las operaciones. Unos se ocupaban de las labores de logística, otros asumían las tareas de falsificación y alquilaban garajes en los que almacenaban los vehículos. “Le gustaban los todoterrenos por la capacidad de tracción para poder entrar en la playa y poder circular de forma temeraria a gran velocidad en caso de controles policiales”, precisó el jefe del equipo de Tráfico Ilícito de Vehículos de la Policía Nacional en Madrid, José Manuel Orge. Con inhibidores de frecuencia, bloqueaban además la señal de la llave a distancia cuando el dueño pulsaba para cerrar el vehículo. Su alta cualificación, recalcó, les permitía “vulnerar los sistemas que establecen los fabricantes de vehículos”. Para sustraerlo, comenzaban fracturando el bombín y, una vez que accedían al interior, hacían uso de varios aparatos artesanales “especialmente preparados para arrancar el motor”. Después, codificaban una nueva llave para poder utilizar el automóvil. “Para cualquier persona resultaría casi imposible robar un vehículo de alta gama en menos de dos minutos”, destacó el responsable de la unidad. En palabras del inspector José María Toribio, jefe del Grupo III de Crimen Organizado de la Udyco-Costa del Sol, son expertos en tecnología y se reciclaban “día a día estudiando y adquiriendo material”.La fase de explotación de las actuaciones, que han llevado de forma conjunta el Grupo de Tráfico Ilícito de Vehículos de Madrid y las Udyco de Málaga y Marbella, tuvo lugar el lunes. Una investigación laboriosa dado el sinfín de medidas de autoprotección para evitar seguimientos”. Hubo varios registros en domicilios de Benajarafe y en habitaciones de hostales de Pizarra y Málaga. Diez de los automóviles sustraídos ya han sido recuperados y entregados a sus propietarios.

El comisario provincial destacó la coordinación de las actuaciones con el Juzgado de Instrucción número 1 de Torremolinos, que investiga el caso. La Policía atribuye a los miembros de la banda, de entre 38 y 59 años, los delitos de pertenencia a organización criminal, robo con fuerza y falsedad documental.

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