-Miles de españoles cruzan a diario la Verja para trabajar en Gibraltar. ¿Van a poder seguir haciéndolo?
-Espero que sí. Los gobiernos británico, español y gibraltareño tenemos en común ese interés. He escuchado con atención las manifestaciones del ministro español de Exteriores, el señor Dastis, y comparto con él la preocupación sobre el futuro de los trabajadores que viven en el Campo de Gibraltar y trabajan en Gibraltar. Tenemos que hallar una solución porque el intercambio comercial, social y cultural entre uno y otro lado es fundamental para todos los ciudadanos de la zona.
-¿Puede ser un obstáculo que España haya vetado la participación de Gibraltar en la negociación?
-No, porque el gobierno británico y el gibraltareño compartimos posiciones y hablamos de forma continua. Hay una relación estrecha con el señor Picardo y sus colaboradores.
-El rey Felipe, en su discurso ante el Parlamento británico, instó a buscar "fórmulas satisfactorias para todos" en el contencioso de Gibraltar. Tres décadas antes, Juan Carlos I aludió al Peñón como una "reliquia colonial". De hecho, la ONU sigue considerando a Gibraltar como una colonia. ¿Hay margen de negociación?
-España y Reino Unido tienen posiciones distintas sobre la soberanía. Nosotros no vamos a negociar un acuerdo por el cual Gibraltar pase a estar bajo la soberanía de otro estado. No vamos a ir en contra de la voluntad de pueblo de Gibraltar, pero hay cuestiones prácticas que estamos dispuestos a discutir.
-¿La relación con Dastis es distinta a la que había con su antecesor, García Margallo?
-Hay diferencias de estilo. Hay una relación buenísima con el Gobierno español, especialmente con Dastis y su equipo. Trabajamos juntos en muchos asuntos.
-En tiempos del ministro Moratinos se dieron pasos en otro sentido, con los acuerdos de Córdoba entre España, Reino Unido y Gibraltar. ¿Es para ustedes una senda a recuperar?
-Era una buena senda y, si pudiéramos elegir, volveríamos a ella. Pero tenemos que respetar las decisiones de cada uno. Lo importante es que hablamos, trabajamos juntos, sea a nivel de entrada y salida de Gibraltar como en temas de seguridad en la lucha contra el yihadismo, el narcotráfico y el contrabando de tabaco.
-¿Qué se puede hacer para mejorar esas relaciones, para superar verjas?
-Hay un trabajo que ya está en marcha, de cooperación entre las fuerzas de seguridad, y hay un reto importante a nivel económico, social y cultural de intercambios y de relaciones entre Gibraltar y toda la comarca del Campo de Gibraltar. Espero que podamos trabajar en una agenda común a partir de los meses próximos.
-¿Cómo observan ustedes lo que está sucediendo en Cataluña?
-La posición de Reino Unido, como la de Francia, Alemania y otros estados europeos es que tienen que respetarse el Estado de Derecho, las leyes y la Constitución, en España y en todos los países. La UE es en sí misma un Estado de Derecho.
-¿No hay similitudes con Escocia?
-Es un caso distinto.
-Allí sí hubo un referéndum por la independencia.
-Hubo un referéndum aprobado por el Parlamento británico de acuerdo a las leyes británicas. En cualquier caso, la historia de nuestro país es muy distinta. Somos el Reino Unido de Gran Bretaña, que lo componen el estado de Inglaterra, Gales y Escocia, más Irlanda del Norte. Es un país formado por un acuerdo entre estados.
-¿Peligra el futuro de empresas británicas en Cataluña?
-Tenemos un nivel de inversión importante en Cataluña. De momento, ninguna me ha mostrado su preocupación por la situación política, pero todos estamos atentos.
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