Andalucía

Una gibraltareña logra que se retire una bandera española en Sotogrande

  • La enseña la colocó un vigilante en una garita · La entidad de conservación lo niega y alega motivos estéticos para retirarla, lo que indigna a los vecinos · Tras las quejas, vuelve a autorizar su colocación

Un gesto cotidiano en estos días de fútbol ha sembrado la polémica en Sotogrande. Vecinos de la lujosa urbanización sanroqueña mostraron ayer a este periódico su malestar e indignación por la retirada de una bandera de España que lucía en una garita de vigilancia por la protesta de una residente de origen gibraltareño.

La entidad urbanística de conservación Parques de Sotogrande confirmó por la mañana que se retiró la insignia que había colocado un vigilante jurado en su caseta con motivo de la Eurocopa, pero alegaron que no estaba en un lugar adecuado y negaron que hubiera queja alguna. Sin embargo, ya por la tarde se produjo la vuelta de la enseña nacional a la garita -como pudo comprobar este periódico- con el fin de mitigar las reiteradas quejas de los propietarios, al trascender el hecho.

Todo comenzó a finales de la pasada semana, cuando un vigilante de seguridad decidió a título particular colgar una bandera española sin escudo bajo la ventana frontal de una garita ubicada en la avenida Paniagua. La enseña permaneció en el lugar hasta aproximadamente las 20 horas de la tarde del lunes, cuando tuvo que retirarla por orden de la entidad de conservación debido a las quejas por parte de una vecina de la urbanización natural de Gibraltar; un hecho que ha indignado a los residentes españoles que incluso han llevado entre el miércoles y la mañana de ayer varias banderas como gesto de apoyo hasta el punto de control.

Frente a esta versión de los vecinos, el director gerente de la entidad urbanística de conservación Parques de Sotogrande, Sergio Sánchez, aportó a este periódico hasta tres razones diferentes para justificar la retirada de la enseña nacional, negando en todo momento que se debiera a una cuestión de discrepancias con una vecina de origen llanito. "Hasta ahí podíamos llegar", sostuvo Sánchez, quien detalló en un primer momento que la garita de un vigilante jurado no era el lugar apropiado para poner una bandera, exonerando de culpa al trabajador al considerar que lo hizo en un gesto de fervor futbolístico.

Posteriormente, Sánchez señaló a Europa Sur que también se quitó por motivos estéticos debido a que la bandera no lucía de forma oportuna. "La puso de una forma ciertamente antiestética. Si se pone, se pone bien", agregó.

Sánchez sí señaló tener constancia de que entre los vecinos circulaba la versión de las quejas, que trató de atajar en todo momento. En este punto, añadió que la bandera fue retirada a instancias del superior del vigilante y que él fue informado de esa decisión el mismo lunes por la tarde. "Tres días después, entre los vecinos comentan el asunto. A los que me han localizado se lo he explicado. No es correcto que se haya retirado una bandera a instancias de la protesta de una vecina de Gibraltar", reiteró.

Los vecinos aseveran que, extrañados por la ausencia de la bandera, preguntaron en la propia garita de seguridad siendo informados de que la entidad conservadora era la que había ordenado su retirada por quejas de vecinos "extranjeros". "Ha habido un malentendido", zanjó ya por la tarde como tercera réplica el director gerente de la entidad.

Este diario sí ha podido saber que Sánchez admitió en sus explicaciones a alguno de los vecinos que hubo una queja de una propietaria natural de Gibraltar, pero dijo que fue posterior a la hora de retirada de la insignia a instancias del jefe del vigilante, en torno a las once de la noche del lunes.

Frente a todas estas versiones, la entidad conservadora acabó ayer dando marcha atrás y autorizó la vuelta de la bandera (era otra, porque lucía escudo) a su lugar original, tal y como anunció el propio Sánchez.

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