Lleva sólo dos meses en el cargo pero en este escaso periodo de tiempo Agustín Muñoz (Sevilla, 1963) ya sabe que no se va a aburrir como subdelegado del Gobierno central en la provincia de Cádiz. Gestionar las ayudas por los temporales, el drama de la inmigración en su expresión más terrible, la amenaza del Brexit en el Campo de Gibraltar, la Base de Rota, con los últimos despidos y la incógnita de lo que hará Trump allí, el armisticio firmado in extremis en el conflicto de la estiba... éstos son sólo algunos de los múltiples quebraderos de cabeza que le han surgido en estos dos meses a este jerezano de adopción, licenciado en Filología Clásica y en Derecho y que tiene menos de seis años de experiencia en política.

De estas cuestiones y de otras muchas habló el sustituto de Javier de Torre en el encuentro informativo mantenido esta misma semana en las instalaciones de Diario de Cádiz en la capital gaditana.

-De sus predecesores en el cargo, Sebastián Saucedo no se metía en nada porque decía que no sabía de nada, y Javier de Torre se metía en todos los charcos, supongo que amparado en la mayoría absoluta del PP. ¿Dónde le situamos a usted? ¿Con qué órdenes llega a este cargo?

-Sin enjuiciar la labor de los anteriores subdelegados, pero elogiando la gestión de De Torre, es evidente que ahora lo que toca es el diálogo, el consenso entre las administraciones. Ahí me voy a volcar. No se trata de órdenes recibidas sino que esa es la nueva realidad que marca un Gobierno que necesita el diálogo como línea de actuación.

-¿Qué tal las relaciones con las restantes administraciones?

-De momento va todo muy bien. La agenda la tengo desbordada pero sí hemos tenido contacto ya con Fernando López Gil, delegado del Gobierno andaluz, con algunos alcaldes como los de Bornos, Conil o Algeciras y tenemos prevista una reunión con la presidenta de la Diputación, Irene García, a quien agradezco que acudiera a mi toma de posesión. También quiero ver al resto de alcaldes, porque estoy a disposición de ellos y porque todos tienen problemas y precisan de soluciones.

-¿Y con el alcalde de Cádiz? Porque De Torre y él no se llevaban especialmente bien.

-Pues aún no he tenido una reunión formal con él pero sí hemos coincidido en algún acto. Espero que mi relación con él sea igual que con otros alcaldes.

-En su estreno como subdelegado le llovieron críticas por 'fichar' como asesor a Sebastián Ruiz, concejal de Arcos que está imputado en un presunto delito de corrupción. ¿Contaba de antemano con esas críticas?

-Cuando tienes que hacer un equipo evidentemente tienes que rodearte de las personas más capaces. Y Sebastián Ruiz es la persona idónea para estar donde está, por su conocimiento de la provincia, por su experiencia política y por su capacidad de trabajo y de gestión. Eso es lo único que valoré. Y estoy satisfecho con el trabajo que está desempeñando.

-Ha visto usted en estos dos meses la tragedia de la inmigración en toda su dimensión.

-El fallecimiento de personas que mueren en el Estrecho intentando buscar un futuro mejor es sin duda lo peor. Han sido momentos muy duros. Eso a cualquier persona le duele. También es cierto que existe la contrapartida de la satisfacción que produce rescatar a muchas personas que corren riesgo de sus vidas cuando están cruzando el Estrecho.

-Se le criticó también por la gestión del cadáver del niño que apareció en una playa de Barbate.

-Sí, pero demostramos que dimos la información el mismo día que sucedieron los hechos, con toda la rapidez del mundo. A partir de ahí no se puede decir que yo oculté algo porque además no había motivos para ello. La labor de vigilancia y salvamento que estamos haciendo es encomiable. Y todo el esfuerzo que se hace va para salvar vidas. El problema de la inmigración es muy complejo pero creo que hay que tener claro que el objetivo es acabar con las redes criminales, con las mafias que se aprovechan de la esperanza de estas personas para hacer negocio. Ese es el enemigo y contra esos son contra los que hay que ir. Y la reciente desarticulación de una red que operaba desde 2008 con el tráfico ilegal de personas en el Estrecho, es un éxito notable.

-El Gobierno ha aplazado de momento un decreto, el de la estiba, que había provocado muchas críticas, incluso entre empresarios del sector. ¿Llegó a preocuparle la influencia de una huelga de estibadores en un puerto como el de Algeciras?

-Decir que no nos preocupaba sería de irresponsables. Pero en este y en otros asuntos, mientras hay posibilidades de negociación hay que tener esperanzas en que se pueda solucionar el conflicto. El aplazamiento del decreto demuestra la buena disposición del Gobierno, que lleva dos años intentando llegar a un acuerdo, desde que Europa dictó sentencia en diciembre de 2014. El Gobierno lo ha intentando todo, desde pedir a Europa que sea más flexible con las sanciones hasta buscar un acuerdo que contente a todos, aunque eso es muy complicado. Pero hay que tener en cuenta que si se demora la entrada en vigor del decreto ley, las sanciones se irán acumulando.

-¿Va a ser usted el subdelegado de la liberación del peaje en la autopista Cádiz-Sevilla (AP-4)?

-Pues sí, lo voy a ser porque va a coincidir todo. Y es que no hay ninguna duda de la liberación de la autopista a finales de 2019.

-¿Seguro que no habrá sorpresas de última hora? ¿Pone usted la mano en el fuego?

-Estoy totalmente convencido de que cuando acabe 2019 ya no habrá peaje en la autopista AP-4. El Gobierno lo ha dejado clarísimo.

-Pensando en los próximos Presupuestos Generales del Estado, ¿cuáles van a ser las prioridades para Cádiz en materia de infraestructuras?

-La prioridad es el corredor ferroviario Algeciras-Bobadilla sobre todo porque es de gran importancia para que el puerto de Algeciras, uno de los más importantes del mundo, tenga un revulsivo para la salida de mercancías.

-Pero esa obra llega muy tarde. Da la impresión de que el segundo puente en la Bahía de Cádiz ha hipotecado otras inversiones.

-Yo lo que sé es que este corredor ferroviario fue una reivindicación que se le planteó también a gobiernos anteriores y que ha sido con el de Rajoy con el que este proyecto ha recibido un impulso definitivo. Y lo mismo ha pasado con la autovía A-4 (Jerez-Sevilla) y lo mismo va a pasar con la A-48, de Algeciras a Vejer. No creo que en esta provincia se hayan priorizado las actuaciones y el mejor ejemplo es que en estos últimos años Fomento ha invertido 1.800 millones de euros en esta provincia.

-Por cierto, ¿por dónde va a coger la futura autovía de Algeciras a Tarifa? Porque años atrás se hablaba de la construcción de túneles...

-Eso vendrá definido en el anteproyecto que se está haciendo ahora. Pero parece que los estudios técnicos confirman que la ampliación de la carretera actual es factible, siempre con el máximo respeto a los espacios naturales.

-¿Llegará al final el tranvía a Cádiz?

-Habrá que preguntárselo a la administración competente, que es la Junta de Andalucía. Ella pensó que era un proyecto viable y ella es la que debe tomar las medidas adecuadas para ello. Es cierto que es necesaria la participación de Adif, como propietario de la vía del tren, y de Renfe, si termina siendo el operador. Hay cuestiones técnicas aún por resolver, sobre todo en lo referente a compatibilizar el tranvía con el tren. Pero si el tranvía está ahí, está claro que tendremos que hacer todos los esfuerzos para que su llegada a Cádiz sea una realidad.

-Explique esa zona fiscal especial que se quiere aplicar en el Campo de Gibraltar con motivo del Brexit.

-El Brexit está ahí y hay que entenderlo como una oportunidad para el Campo de Gibraltar cuando llegue el momento. Si ayuda a la revitalización de la zona, bienvenido sea. El hecho de que haya un tratamiento fiscal especial es algo que evidentemente se puede entender como una medida posible sobre todo para amortiguar las posibles consecuencias.

-¿Y no es una discriminación hacia el resto de la provincia?

-¿Por qué? Lo que decimos es que cuando se materialice el Brexit habrá que ver qué efectos puede tener en la comarca y entonces habrá que decidir qué se hace, cuál es la alternativa. Pero hay que tener presente siempre el concepto de discriminación positiva. Cuando existe un perjuicio notable en una zona concreta, hay que tomar medidas concretas.

-¿Ve factible la soberanía compartida en el Peñón?

-Es la opción más adecuada para que se compaginen los intereses de unos y otros. Pero todavía queda tiempo para dilucidar cuál va a ser el resultado. Y dependerá lógicamente de negociaciones internacionales.

-¿Cuál cree que será el futuro de la Base de Rota tras la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos?

-Evidentemente nosotros siempre defenderemos que haya una relación de estabilidad, que es la que ha habido hasta ahora. Ese va a ser nuestro empeño, mantener una situación de equilibrio, una relación bilateral adecuada.

-No llegan aún a Navantia las corbetas para Arabia Saudí. ¿Han surgido problemas?

-No, todo entra dentro de la normalidad. Un contrato de esas dimensiones encierra muchas complejidades, pero va a ser una realidad. No hay que dudarlo. La visita del Rey fue la guinda para reforzar esas relaciones.

-Hablar de la provincia de Cádiz es hablar de paro. ¿Piensa usted también que la ITI será la solución?

-La ITI es una oportunidad magnífica e histórica para esta provincia. Son 1.300 millones asignados exclusivamente a Cádiz y 900 de ellos son gestionados por el Gobierno de España. Y de ese dinero, 310 millones son en exclusiva para la ITI de empleo. Evidentemente es una oportunidad que está ahí y vamos a trabajar para que todo ese dinero se quede aquí y no se pierda ni un euro. Y todo además va engarzado dentro de una trayectoria de impulso en la creación de empleo. En Cádiz en 2011 se destruía empleo y ahora está creciendo la contratación indefinida. Las reformas del Gobierno están dando resultados pero no queremos ser autocomplacientes. En enero en Cádiz hubo más de 172.000 parados. Es una cifra preocupante pero es el mejor dato de los siete últimos eneros. Queda mucho por recorrer pero vamos en la buena dirección. Y la ITI tiene que ser la explosión que produzca un cambio radical en la creación de empleo y en el modelo productivo de esta provincia para conseguir una mejora de las condiciones sociales.