Eun año y medio después de asumir el cargo de presidente de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, Luis Ángel Fernández lo tiene claro: "De las distintas responsabilidades que tengo sinceramente la que más me gusta es ésta, es en la que me encuentro más a gusto y me siento más realizado personalmente". Más en un momento clave para la comarca como este, en el que las siempre complejas relaciones con Gibraltar se tornan aún más delicadas ante la cercanía del Brexit y la Mancomunidad se configura como clave en el entendimiento con el vecino.

-La Mancomunidad desempeña un papel creciente en las relaciones con Gibraltar. ¿Cómo definiría la situación actual?

-La Mancomunidad ha tenido relaciones con Gibraltar siempre. Hay incluso servicios mancomunados como el de residuos, que Gibraltar elimina en nuestro centro; eso reportó a la Mancomunidad 1.750.000 euros el año pasado. La razón de que se hayan intensificado esas políticas es evidente, tenemos un problema como es el Brexit que requiere tomar posiciones de forma urgente. Nuestra principal preocupación son las 10.000 personas que trabajan en Gibraltar, tenemos que defender los intereses de esos trabajadores. Si se produjera un Brexit duro podríamos tener dificultades; el caso contrario, que es el escenario que a nosotros nos gustaría, sería que cambiasen las cosas lo menos posible, sobre todo en las trabas burocráticas para el tránsito de las personas, de las empresas y de los servicios. Lo más idóneo es que en la negociación futura que existirá entre Reino Unido y UE y Reino Unido y España se pensara en lo que le interesa no solo al Campo de Gibraltar, sino al conjunto de Andalucía, que las cosas cambien lo menos posible.

-¿Es la cosoberanía la solución a corto o medio plazo?

-En la Mancomunidad siempre vamos a ser leales con las posiciones del Gobierno de España, si defiende la cosoberanía nosotros como es lógico vamos a seguir en esa línea de defensa de los intereses comunes de todos los españoles. La cosoberanía es una oferta que nos evitaría a todos cualquier tipo de problema, pero con independencia de las cuestiones de Estado a nosotros lo que nos interesa es hacerle llegar al Gobierno las cuestiones de aquí. Que no solo son las relaciones con Gibraltar o el Brexit, es que independientemente de eso necesitamos la Algeciras-Bobadilla, para el primer puerto de España, o completar la Cádiz-Algeciras, fundamental para potenciar el turismo.

-Gibraltar irá a Fitur de la mano de la Mancomunidad. ¿Es posible hacer una oferta conjunta?

-Más que de hacer una oferta conjunta con Gibraltar, que en estos momentos es muy complicado y probablemente no sería deseable en las vísperas de las negociaciones del Brexit, se está hablando de determinadas ofertas que ellos tienen incorporarlas en el stand del Campo de Gibraltar. Este año vamos con el stand del Campo de Gibraltar en el pabellón de Andalucía y queremos una oferta amplia de la comarca, que haya empresas de Gibraltar como las de los cruceros o atractivos como las cuevas de Saint Michael, las compras... Propuestas para una semana en nuestra comarca. Y además el stand no nos cuesta ni un euro, está financiado íntegramente por empresas privadas.

-¿También de Gibraltar?

-Las empresas de Gibraltar también colaboran en la financiación, en algunos casos son empresas que están en ambos lados de la Verja. La colaboración es con la Cámara de Comercio de Gibraltar y empresas, lo que pasa es que el Gobierno colabora y anima a sus empresas para que acudan a Fitur.

-Otra propuesta que se ha conocido recientemente es la de crear una subsede de la Universidad de Gibraltar en la comarca. ¿Tiene ya una ubicación?

-Por espacios no iba a quedar. Es un tema que todavía está muy embrionario, puede estar afectado por el Brexit en cuanto al reconocimiento de los títulos, aunque sería ilógico no reconocerlos, porque todas las universidades inglesas están sometidas al Plan Bolonia. También hay una cuestión clara: pertenecemos a la Universidad de Cádiz y todo lo que pudiéramos conseguir con Gibraltar serían titulaciones complementarias a las 14 que ya tenemos.

-¿Se podría prestar también el servicio de aguas a Gibraltar, al igual que el de residuos?

-Sí, nosotros tenemos excedente de agua. Es algo que se está estudiando, por parte de ellos y de nosotros. Ellos tienen un doble sistema, con agua salada para los inodoros, y les sale a 2,5 libras el metro cúbico, mientras nosotros estamos cobrando a los municipios a 0,17 euros m³. Ellos usan una desaladora que tiene un elevado consumo de energía. Y no solo eso, sería interesante canalizar hacia la depuradora de La Línea, incluso la de Algeciras, la conexión de las aguas negras para que también fueran depuradas. Es un tema que nos estamos tomando en serio ambas partes, a la Mancomunidad le interesa y supongo que a Gibraltar también.

-¿No supondría una interferencia en la negociación del Brexit?

-El Gobierno español defiende que las administraciones locales estemos presentes en las negociaciones. Lo que queremos es que no haya limitaciones, tampoco a los servicios. No nos vendría bien. Nosotros tenemos que pensar en el Campo de Gibraltar. Nos parece muy bien que el Gobierno de España defienda lo que tenga que defender y seremos leales defendiendo lo mismo pero al mismo tiempo nos preocupa mucho que esta situación del Brexit pueda dañar al Campo de Gibraltar. Esta comarca se vio muy perjudicada con el cierre de la Verja en los años 60, especialmente la ciudad de La Línea, se perdió población y puestos de trabajo. Recordamos aquello como una situación traumática, también en lo humano. Desde ese punto de vista está claro que, defendiendo los intereses españoles, nosotros también queremos poner el acento en las cuestiones que a nosotros nos importan y en las cuales no queremos vernos perjudicados por las políticas de Estado.

-Pero Gobierno y UE defienden que la salida de Reino Unido sea completa, algo que entra en contradicción con esa reivindicación.

-Al Campo de Gibraltar no le convienen las restricciones en relación con el Brexit y el tránsito de las personas.

-Entonces, ¿cual es la postura principal de la Mancomunidad?

-Es que España no está diciendo que vaya a haber restricciones, la posición de España es una salida que nos ahorraría a todos muchísimos problemas, la cosoberanía. Pero evidentemente la cosoberanía no se puede imponer, se puede ofrecer. A partir de ahí hay que darle vías al diálogo y dentro de ese diálogo hay que contemplar la situación de excepcionalidad que tiene esta comarca con respecto a Gibraltar.

-¿Será más fácil ese diálogo con el nuevo ministro?

-Creo que el Gobierno español tiene una posición de coherencia en la ONU y en una reclamación que lleva formulando 300 años. A partir de ahí hemos avanzado nada en 300 años. Pero es una posición coherente de este ministro, del anterior, del anterior al anterior y todos. Y además no pueden esperarse que cambiemos de posición. Lo que pasa es que estamos en una situación excepcional, en la que tenemos que hablar de cómo queda esto, y nosotros estamos muy orgullosos de que el Gobierno español cuente con nuestra opinión, que el ministro haya venido a escucharla de boca de nuestros alcaldes.

-Dentro de las medidas compensatorias reivindicadas al Gobierno se incluyen propuestas que vienen de muy atrás. ¿Por qué no se han ejecutado antes pese a existir consenso en ellas?

-Digamos que ha faltado en general sensibilidad por parte de las administraciones competentes para desarrollar las infraestructuras. Por las administraciones competentes desde hace muchos años. Cuando más inversión se ha hecho en los tramos de la Algeciras-Bobadilla es ahora, en el Gobierno de Rajoy, muy afectado por una crisis económica que ha condicionado las políticas; otros se han tirado muchos años y no han puesto ni un metro de ferrocarril. Es importante en cualquier caso que sigamos trabajando en esa dirección. Podíamos hablar de la necesidad de completar la depuración San Roque-Los Barrios, un metro ligero entre La Línea y Algeciras, una circunvalación exterior.

-¿Diría entonces que el Campo de Gibraltar se ha visto discriminado respecto a otras zonas del país e incluso de la provincia?

-Es evidente. Basta darse una vuelta por la provincia; cuando se desdoblan una carretera se hace entre Cádiz y Vejer, pero no hasta Algeciras. En infraestructuras es evidente que el Campo de Gibraltar tiene las peores. Esta es una provincia con dos puertos de interés del Estado, Cádiz y Algeciras, y no están unidos por ferrocarril. Para llegar en ferrocarril de Algeciras a Cádiz hay que llegar a Córdoba, Sevilla y después Cádiz, se puede tardar un día. Eso es incomprensible en una provincia.

-Puesto que es algo histórico ¿a qué lo atribuye? ¿Falta de peso político, de reivindicación?

-Esta hay que pensársela (silencio). Un poco de todo, ha habido falta de sensibilidad por parte de muchas administraciones, a nosotros nos cuesta más trabajo conseguir las cosas, ya sean hospitales, ya sean colegios. Hablaba antes con orgullo de las 14 disciplinas de la UCA, eso ha costado muchísimo esfuerzo, mucha reivindicación. Pero creo que sí vamos consiguiendo cosas. Hace 20 años no teníamos una sección de la Audiencia Provincial. Hay un coordinador de las administración del Estado, hay un subdelegado de la Junta de Andalucía, tenemos una Comandancia de la Guardia Civil, una jefatura comarcal de Tráfico. A partir de ahí nos hubiera gustado conseguir mucho más, sobre todo en infraestructuras. Aunque ahí también están la Jerez-Algeciras y dos alternativas a Málaga. Lo que pasa es que los peajes se liberan de Cádiz a Jerez y de Jerez a Sevilla, que es el que usamos nosotros, pues hay que pagar. Son cosas que siguen pasando y que en definitiva no son culpa de nadie en concreto sino de un conjunto de situaciones que hay que corregir. Creo que sí , que esta comarca ha sido muy reivindicativa siempre y que vamos a seguir siéndolo más.

-Los estatutos de la Mancomunidad recogen esa figura como un "primer paso para conseguir un carácter institucional más elevado". ¿Hay un paso siguiente?

-Lo que se estaba pensando en el estatuto de la mancomunidad es precisamente en el Estatuto de Andalucía, que tenía una ley de comarcalización que luego no se desarrolló. Los padres de la Mancomunidad pensaron en tener ya un núcleo base para adaptarse a esa comarcalización, aparte de para la prestación de servicios. Y la mancomunidad siempre ha intentado liderar las reivindicaciones de la comarca. Para mí y para la gente de la comarca el Campo de Gibraltar es un sentimiento. ¿El acomodo jurídico es una mancomunidad? Probablemente no. Pero es el que tenemos en este momento, es un acomodo jurídico que nos permite trabajar en muchos temas, en un amplio grado de competencias y por tanto es una herramienta útil. Se ha ido cumpliendo la descentralización administrativa aun sin tener el estatuto de comarca.

-La Mancomunidad tiene una deuda de 38 millones con proveedores y tarda en pagar 179 días. ¿Tiene prevista alguna medida de ajuste para reducir esas cifras?

-La Mancomunidad ya adoptó hace dos años un plan de ajuste y hay que mantenerlo. Es suficiente para seguir prestando servicios, que no se resientan estos, y para mantener o reducir el endeudamiento. Nadie puede negar que este es el gobierno más austero en 30 años de Mancomunidad. Este año hemos salido del libro de deudores de la Agencia Tributaria, ya tenemos la deuda regularizada, y también estamos negociando con la Junta porque hay deuda de la Agencia Tributaria andaluza. Lo único que podemos hacer es continuar con esa línea de austeridad y al mismo tiempo mantener congelada la tasa de residuos, como llevamos congelándola prácticamente cinco años. Espero que el nuevo Gobierno de España tenga en cuenta la labor que hacemos las administraciones más cercanas al ciudadano y se creen planes de ayuda.