Una empresa contratada por la delegación territorial de Fomento de la Junta de Andalucía retira durante estos días arena de la duna de Valdevaqueros para prevenir que los temporales vuelvan a provocar el corte de la carretera de acceso al poblado de Paloma Baja. Se trata de los trabajos de conservación que desde hace unos años acomete la Junta de Andalucía por estas fechas.

La imagen de la carretera sin la duna a su lado, ya que desde la calzada puede verse la costa, ha llamado la atención de las personas que han pasado por el lugar en los últimos días, pero la estampa es la misma que dejaron los trabajos hace justo un año. Pocos meses después la duna volvió a invadir la calzada y a dejar incomunicados a los vecinos de la zona.

Estas tareas son provisionales hasta que la Junta de Andalucía comience el proyecto definitivo, que pasa por emplazar la carretera A-2325 unos 200 metros hacia el norte. La propuesta de la Consejería de Fomento y Vivienda, presentada en julio del año pasado a la Junta Rectora del Parque Natural del Estrecho, contempla la construcción de esta vía, de seis metros de ancho de calzada y arcenes de un metro, con firme flexible debido a la naturaleza del suelo.

Para adoptar esta solución los técnicos tuvieron en cuenta los resultados del estudio encargado por la Junta para determinar la evolución de la duna, que fue realizado por el Grupo de Investigación de Dinámica de Flujos Ambientales de la Universidad de Granada, dirigido por el catedrático Miguel Losada.

Los delegados de Fomento y Medio Ambiente, Federico Fernández y Ángel Acuña, indicaron en junio del año pasado que el movimiento de la duna obliga a emplear cuantiosos recursos para mantener abierta la carretera y garantizar el tráfico rodado. Recordaron que en 2016, "ejercicio castigado por temporales de levante", sobre todo en la época estival, la Consejería de Fomento y Vivienda invirtió 450.000 euros en retirar la arena acumulada y en años anteriores la cuantía desembolsada rondó los 300.000 euros anuales.

Esta invasión de la carretera por la duna es una de las consecuencias de la mala salud ambiental y del desequilibrio morfodinámico del elemento natural, provocados por la intervención con fines militares sobre el corredor dunar sobre los años 40. Desde entonces, los procesos y la evolución de la ensenada de Valdevaqueros, de Los Lances y playa Chica están condicionados por esa actuación.