Los residentes del enclave rural de Punta Paloma manifestaron ayer su preocupación ante un fenómeno que se repite todos los fines de semana en época estival. Según los vecinos, numerosos vehículos de turistas deseosos de pasar un agradable fin de semana en una de las mejores playas del municipio, colapsan el único carril de acceso que les conduce a sus viviendas .

En el pequeño carril de escasos tres metros de anchura, los vehículos de quienes acuden a esta playa son aparcados de manera irregular a uno de los lados, causando un tapón en el carril y dificultando la maniobrabilidad de cualquier otro vehículo que quiera entrar o salir.

El problema viene repitiéndose año tras año ante la desesperación de los vecinos. "De un tiempo a esta parte es imposible entrar o salir de aquí en los fines de semana", apuntó Antonia Chico, vecina del lugar. "Imagínate que se origina un incendio o hace falta una ambulancia. ¿Cómo se va a meter una cuba de agua o un camión de bomberos?", añadió.

Miguel Reyes, jefe de la Policía Local, señaló que se han mantenido diversas reuniones con las administraciones competentes proponiéndose distintas medidas para intentar solucionar el conflicto, como la colocación de una valla metálica abatible que impida a los no residentes acceder al lugar.

A pesar de los carteles que advierten de la prohibición de aparcar o las vallas de madera puestas por los vecinos, son muchos los que quebrantan las normas, poniendo en claro riesgo tanto a las personas residentes como a los propios turistas.