Campo de Gibraltar

Tarifa busca conciliar la vida de los tarifeños con la oferta hostelera

  • El equipo de gobierno acuerda con los empresarios la nueva ordenanza de terrazas

Un vecino pasea por una de las concurridas y estrechas calles del casco histórico tarifeño.

Un vecino pasea por una de las concurridas y estrechas calles del casco histórico tarifeño. / e. s.

Garantizar los espacios públicos. Generar entornos más amables. Hacer compatible la vida de los vecinos de Tarifa con los negocios de hostelería. Estas son las principales líneas que han inspirado la redacción de la nueva ordenanza municipal reguladora de las terrazas, una norma que no se había modificado desde el año 1985. Treinta y dos años después de aquella ordenanza basada en la de la ciudad de Granada, la realidad del municipio es muy distinta a la que se reguló a mediados de los ochenta.

"Acatamos el problema de raíz y damos seguridad jurídica, dejando muy claro cuáles son los espacios libres de tránsito y el espacio a ocupar para que los hosteleros lo puedan distribuir de la mejor manera posible sin perjuicios a los demás", explica Fran Terán, concejal de Patrimonio y responsable de esta ordenanza, que afirma estar hecha con los empresarios y los vecinos tras haber acogido el 98% de sus propuestas.

El Ayuntamiento puede declarar espacios saturados o lugares que no serán ocupados

Algunos de las lagunas que había dejado la anterior ordenanza tenían su origen en su reducido ámbito de regulación y la insuficiente regulación del procedimiento de autorización. "Las consecuencias de estos inconvenientes se dejaron sentir en el momento en que la ciudad creció. Ahora nos vemos obligados a casar los intereses de los hosteleros y los de los vecinos, que con frecuencia sufren una serie de molestias que exceden de lo que podemos considerar cargas propias", añadió el concejal.

La ocupación de los espacios públicos se ha incrementado demanera exponencial en los últimos años, lo que ha llevado a la elaboración de un documento más realista, acorde a las necesidades de Tarifa y con el objetivo de lograr una ciudad que sepa conciliar los intereses del visitante, el empresario y el vecino.

Las novedades más importantes que incluye la ordenanza son varias. La primera de ellas la creación de una comisión de seguimiento. También ha sido eliminado el sistema de módulos de mesas y cuatro sillas, que queda reemplazado por la asignación de metros cuadrados; y se impone el respeto a 1,50 metros de espacio libre de tránsito para circular, a excepción de algunos planes especiales. La ordenanza blinda las puertas de los vecinos y el espacio alrededor de monumentos típicos y regula conceptos que no existían en la anterior como carteles, mamparas, vallas y cortavientos, tiestos, macetas, jadineras o estufas, elementos que ya son habituales en los entornos de los establecimientos de hostelería. La concejalía de Patrimonio ha querido incluir la figura del técnico conservador o historiador, que será el responsable de velar por la estética del mobiliario; además de regular la contaminación acústica controlando las molestias que provocan enseres como las sillas, las mesas o los carros de basura y el volumen de los artistas callejeros.

La ordenanza prevé la declaración de espacios saturados en los que la implantación de nuevas terrazas conllevará la reordenación y distribución de las existentes de manera que se reparta entre los establecimientos. También están previstos los lugares excluidos, donde el Ayuntamiento prohibirá expresamente la instalación de mesas y sillas.

La norma se actualiza e incluye nuevas modalidades de hostelería consideradas socio culturales (librerías-café, vinotecas, ciber café, heladerías, yogurterías o panaderías) donde se mezcla la cata del producto con la venta del mismo. Estos establecimientos solo dispondrán, como máximo, de 8 metros cuadrados para mesas, sillas y banquetas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios