Campo de Gibraltar

Recortadores de Valencia hacen del Toro Embolao un espectáculo

  • La fiesta del Domingo de Resurrección en Los Barrios termina sin heridos graves El reparto de entradas y la actuación de las autoridades por la tarde evitan aglomeraciones en La Montera

El coso de La Montera volvió a ser ayer el epicentro de la diversión del Campo de Gibraltar con motivo del Toro Embolao. La fiesta, que cumplió este Domingo de Resurrección su trigésimo tercera edición con toros de La Palmosilla, se saldó sin tener que lamentar heridos graves, salvo un mozo de la organización que fue revolcado por una de las vaquillas de la mañana y se lastimó un dedo de la mano derecha y algún que otro magullado.

La mañana lluviosa y gris no invitaba a desplazarse hasta el coso. De hecho, el aforo de la plaza no llegó a completarse como en otras ediciones y se veían muchos huecos en los tendidos que fueron llenándose conforme discurría el festejo. La organización había repartido durante la semana las 4.600 entradas de manera gratuita y también en la misma mañana del domingo en la taquilla de la plaza, donde se agotaron antes de la salida del primer toro, sin aglomeraciones.

El primer toro de la mañana fue Ignorante, un morlaco de unos 500 kilos negro bragado, que salió del cajón en la calle Vega Maldonado a las 11:30, media hora más tarde de lo previsto por retrasos en la supervisión del recorrido, que resultó bastante limpio salvo un susto. Y es que el toro se fijó el vallado junto al camión que traía los animales, lo levantó de un embiste, se echó los hierros encima y no se escapó porque no quiso.

Pronto comenzaron a entrar los primeros corredores, lo que indicó la posterior llegada del astado a la plaza que, por primera vez en un festejo taurino en Andalucía, presentaba una pirámide de barrotes y escalones en el centro del albero donde refugiarse de los toros. El animal llegó a perder la bola del asta izquierda precisamente tras engancharse en dicha estructura. Durante gran parte de su estancia en la plaza, el toro se sintió cómodo sobre la zona más encharcada del albero, en la que incluso aprovechó para beber en varias ocasiones.

El espectáculo de la jornada lo ofrecieron los recortadores valencianos de la compañía Arte y Emoción. Uno de ellos, Fran Mesa, hizo un salto con garrocha sobre el animal y Fran Martínez Panchito -el único recortador español que llegó a saltar sobre el mítico toro Ratón- hizo un salto con tirabuzón sobre Ignorante. Ambos saltos y sus protagonistas dejaron boquiabiertos al público con su agilidad y su facilidad para, de un solo salto, alcanzar el tendido, en esa primera muestra de esa tradición centenaria en la plaza barreña.

Fueron cuatro las vaquillas que se soltaron tras el primer toro. La primera fue la que revolcó al mozo de la peña El Toro Embolao tras un tropiezo y le lastimó la mano. Minutos antes, el accidentado fue el encargado de entregar el galardón al mejor corredor del año pasado a Raúl Duarte, reconocimiento otorgado por ser un gran colaborador de la organización.

En la cuarta vaca, alrededor de la una de la tarde, llegó el espectáculo de los recortadores. Eran 3, a los dos anteriores se sumó Roberto Alegre y Merca, otro recortador que, según contó el speaker, lleva siete años asistiendo al Toro Embolao de Los Barrios como aficionado a la fiesta. Entre pasodobles, los toreros asombraban con continuos quiebros laterales y saltos, individualmente y luego todos juntos, en la misma envestida.

La lluvia se mantuvo a raya durante casi toda la jornada y, aunque chispeaba, no enturbió la fiesta ni el almuerzo en los locales de los bajos de la plaza de toros. Tras el almuerzo, la diversión fue para los más pequeños con un encierro infantil con carretones desde la puerta del instituto Carlos Cano hasta la plaza, donde entraron decenas de niños, los mayorcitos solos y los más pequeños de la mano de sus familiares.

El acceso a la plaza se descontroló durante el almuerzo, la plaza no se evacuó y fueron muchos los que pudieron acceder sin entrada. La Policía Local y la Guardia Civil optaron por impedir entonces la entrada al coso ante el peligro de superar el aforo y hubo quien no entendió la medida de seguridad al poseer entrada.

El encierro del toro de la tarde, Compañero, también de la misma ganadería tarifeña, se dio sin problemas. Tras el astado hubo otras cuatro vaquillas para el disfrute de los aficionados y también otros tantos recortes de los toreros de Arte y Emoción que volvieron a deleitar al respetable de La Montera.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios